Rebeca Terán deja al descubierto los trastornos alimentarios de niños y adolescentes durante el confinamiento

La influencer ha comentado cómo esto le causa preocupación.

Guía de: Adolescencia

Rebeca Terán ha manifestado en las redes sociales la reciente ola de críticas que ha recibido debido a su cuerpo delgado, y al mismo tiempo ha comentado que se le han enviado cientos de mensajes de niñas y adolescentes pidiéndole la dieta que utiliza, o formas para bajar de peso.

Asimismo, le han dicho que parece “un saco de huesos” y que la ropa le queda como si fuera “cinco tallas más grandes”. A través de Instagram, la influencer ha comentado cómo esto le causa preocupación, ya que puede afectar a las jóvenes e incluso niñas que la siguen, quienes además han demostrado interés en conseguir dietas para bajar de tallas, pese a que algunas de ellas tienen entre 12 y 14 años.

Esto tiene que ver con cómo la pandemia, la cuarentena y todas las incertidumbres y cambios de rutina que se han realizado debido a las circunstancias, ha impedido que los niños y adolescente que cuentan con un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria) puedan recibir tratamiento.

Por esto, ha llamado a concientizarse sobre el daño que puede ocasionar no solo recibir este tipo de comentarios en redes sociales, sino también que las jóvenes que están formando su autoestima y observan a las influencer como referentes puedan leerlos.

La experta madrileña Montserrat Graell Berna, Jefa de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Niño y el Adolescente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (España), indica que los trastornos de la conducta alimentaria más comunes en la adolescencia son la anorexia y la bulimia nerviosa.

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La primera tiene que ver con una preocupación excesiva por el peso corporal, lo que conlleva una disminución considerable en la ingesta de alimentos y un aumento excesivo de ejercicio físico.

En la bulimia nerviosa, en tanto, encontramos la misma preocupación descomunal que lleva consigo atracones de comida, que luego buscan compensarse a través del vomito u otras conductas.

En ambos casos la raíz del TCA tiene que ver en mayor o menor medida con presentar una baja autoestima.

De la misma forma, niños y adolescentes pueden presentar hambre emocional, lo cual si bien no está catalogado como un trastorno de la conducta alimentaria, es un síntoma y una respuesta a malestares que pueden estar presentando.

Observar en redes sociales distintas contexturas de cuerpo, en su mayoría menudos de sus referentes, acompañado de una baja autoestima, puede causar frustración, de modo que el realizar atracones de comida o restringirla excesivamente se vuelve una forma de modular esas emociones.

Por esto, y tal como señaló la influencer Rebeca Terán, el llamado es a dejar de criticar los cuerpos de los demás o de celebrar la delgadez en redes sociales, en especial si eres un adulto. Recuerda que muchas niñas y adolescentes pueden leer esos comentarios.

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