• Mónica de Simone, ex guía de Alma
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A muchos les aterra diciembre, el ajetreo, los regalos, el amigo secreto, las celebraciones familiares…pero lo cierto es que cada uno se vive el mes como quiere… y como puede, de acuerdo a su nivel de conciencia.

El otro día vi como troleaban en Facebook a alguien que reflexionaba sobre volver a lo primordial. “¡Mentira!”- Le respondían muy reactivamente-, “¡eso no se puede hacer!”

Depende. Siempre hay algo que podemos hacer para mejorar, para bajar la marcha y tener una mejor calidad de vida. Si vives en un mundo consumista, y has traspasado eso a tus hijos, la “culpa” no es de la Navidad, sino de los valores en los que has escogido educar. Si tu mundo es esencial, tu Navidad también lo será.

No te enojes, no te apures. Es nuestro estado interno el que determina el estado externo, y no al revés.

Esta vez, te invito a vivirte las fiestas de un modo diferente, en el encanto de la sencillez. Aquí te dejo algunas ideas que pueden alivianarte la carga.

1. Medita cinco minutos al iniciar el día. Inhala y exhala la maravilla de estar vivo.

2. Disfruta de estas fechas. Acuérdate de los que tienen menos y colabora. Arma tu árbol y tu pesebre rezando y poniendo intenciones. Si quieres comprar regalitos, que se sean pequeños presentes que hablen por sí solos, y digan “pensé en ti”. El mismo tiempo que pierdes en el retail puedes también usarlo en hacer los regalos tú mismo (a)

3. No te sobrecargues de trabajo. Si puedes delegar, delega. Si puedes derivar algo para Enero, deriva.

4. Aprende a decir No. Si no te hace sentido lo del amigo secreto por compromiso, dí, no yo paso, gracias, sin que te importe el qué dirán.

5. No permitas que nada ni nadie te descentre. Si sucede, vuelve pronto a tu centro.

6. Come sano, muchas frutas y verduras, y reduce al mínimo carnes rojas, azúcares y harinas. Toma mucha agua.

7. Duerme y descansa todo lo que puedas.