Recuerdo que el frío invierno de 1999, a los 8 años, acompañé a mi madre a arrendar algunas películas al video club estrella de Linares. Con aquel clima, lo ideal era quedarse en casa por lo que varias familias hacían lo mismo el fin de semana. Mientras se tranzaba el arriendo, algo cautivó mi mente y me ataría sin saberlo a un mundo de robots gigantes y ojos enormes. Había sido conquistado para siempre por las portadas de una colección en VHS de Neon Genesis Evangelion.
Mientras nunca olvidé esas imágenes, al entrar a la pre-adolescencia cambié la animación japonesa por juegos de computadora, figuras de acción de la ex-WWF y las aventuras de cierto erizo azul de velocidad supersónica. Sin embargo, un día me vi enfrentado al estreno en televisión abierta de Evangelion y mientras veía al cobarde de Shinji Ikari discutir con su padre tuve una revelación: había encontrado mi nueva pasión.
Hoy, varios años después, la animación japonesa me ha reteniendo firmemente y no opongo resistencia alguna. Si bien Sonic The Hedgehog se quedó para siempre con un pedazo de mi corazón, mi fanatismo por el anime me ha hecho conocer a varias personalidades del mundo del doblaje, licenciamiento, y estudios de animación japoneses a quienes no sólo considero contactos valiosos, sino verdaderos amigos. Mientras mi trabajo diario está relacionado con el mundo de la informática y las redes, el resto del tiempo soy editor del portal Anime, Manga y TV Latinoamérica y conductor del programa El Expreso a Japón en la radio online ANIWOX.
En este espacio espero poner en la lupa los hechos más importantes de la actualidad de la industria, así como también mirar hacia atrás y recordar esos episodios históricos que definieron el anime que vemos hoy. Si eres de los que también cree que la tercera guerra mundial será con Gundams y Valkirias o te preguntas porqué el chūnibyō no está cubierto por el AUGE, te invito a seguirme en Twitter en @Jack_Wallace.
