En las secuencias iniciales de la película “La Guerra de las Galaxias” (1977), los androides R2-D2 y C3PO son capturados por los jawas, una raza de pequeños seres encapuchados del planeta Tatooine, quienes los introducían en el interior de un enorme vehículo terrestre llamado Reptador de las Arenas o Sandcrawler, el mismo vehículo que llevaba a C3PO y R2D2 a las puertas del hogar del joven Luke Skywalker, desencadenando los acontecimientos dramáticos que se desarrollarían en la cinta.

Durante el rodaje de “La Guerra de las Galaxias”, en 1976 en el desierto de Túnez, en el norte de África, se construyeron varias versiones del Reptador de las Arenas de diferentes tamaños para rodar las escenas de la película, aunque nadie sospechaba que el vehículo ficticio iba a provocar un conflicto internacional entre Libia y Túnez, dos países cuyas tensiones eran extremadamente altas (algunos creían, de hecho, que estaban a un paso de una guerra).

El incidente se gatilló cuando el líder de Libia, Muammar Gaddafi, creyendo erróneamente que el gran vehículo de utilería de los Jawas que se había construido para la película era un prototipo de una nuevo vehículo militar, amenazó a Túnez con una invasión, pues en su opinión el vehículo terrestre representaba una amenaza militar real para su país.

El dictador exigió entonces el cese inmediato del “provocador despliegue de un enorme vehículo militar cerca de la frontera”, tal y como informó War History Online.

Con el fin de evitar un problema mayor, la producción de Star Wars trasladó el rodaje de “La Guerra de las Galaxias” a Death Valley, California, aunque el director y guionista George Lucas volvería eventualmente a Túnez con parte del equipo para grabar algunas escenas pendientes.