Las treguas más insólitas que se lograron en medio grandes guerras: Un efímero respiro

Fueron consideradas "declaraciones de paz" en medio de históricos conflictos armados.

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Desde el comienzo de la humanidad que las guerras han existido. En algunos casos terminaron siendo inevitables. Pero también es cierto que, de uno u otro modo, llegaron a un fin.

Y en medio de estos históricos conflictos armados, hubo treguas militares. Claro que algunas llaman realmente la atención por las razones que hubo para, al menos por unos días, detener los enfrentamientos. Así lo recopiló el medio Ranker.

En plena Segunda Guerra Mundial, la más sangrienta de todos los tiempos, tres soldados norteamericanos se perdieron en víspera navideña, hasta que llegaron a una casa rural en Alemania. Los dueños los invitaron a comer, e hicieron lo mismo cuando la contraparte alemana les tocó la puerta. La regla era una sola: que no pelearan. Y resultó.

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Años antes, cuando se desarrollaba la Primera Guerra Mundial, rusos y alemanes debieron alinearse por unas horas para enfrentar a un terrible enemigo: unos grandes lobos, a los que se encontraron en un área sumamente boscosa. Mataron a más de 100 de los animales, y luego volvieron a luchar entre sí.

Volviendo a la guerra que abarcó desde 1939 a 1945, la milicia de Alemania tuvo un gesto realmente noble considerando las circunstancias. En plena batalla en el río Rápido, en Italia, hubo muchos norteamericanos que perdieron la vida al intentar cruzarlo. Entonces, los alemanes ofrecieron una tregua de dos horas para que los que quedaban vivos pudieran recoger los cuerpos.

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Los alemanes fueron nuevamente protagonistas en la Segunda Guerra, esta vez con un grupo de ingleses. En territorio noruego, un avión británico derribó a uno de su gran enemigo, para luego caer a un bosque. Increíblemente, ambas tripulaciones sobrevivieron, y se quedaron juntas en un hotel abandonado hasta que fueron encontrados por una patrulla local.

Finalmente, en la Guerra Franco-Prusiana entre 1870 y 1871, un soldado francés recurrió a su voz para una tregua de 24 horas. Pero no con un discurso, si no que con una canción. En plena Navidad, interpretó “O Holy Night”. Las tropas de Alemania escucharon y decidieron unirse. Al menos por un día.

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