En un control de rutina, la Policía de la provincia de Córdoba, Argentina, detuvo a un automóvil en el que viajaban cinco personas. Al inspeccionar el baúl encontraron a una niña de 9 años de edad. El conductor se excusó ante los uniformados aduciendo que había salido de la localidad de Ojo de Agua (Santiago del Estero) distante a unos 200 kilómetros, y que “no tenía dónde dejarla”.

El automóvil y ocupantes en sede policial.

Soy el padre

Si bien el hombre adujo que la niña era su hija, la por demás extraña situación hizo que el jefe del operativo dispusiera la detención del conductor y los cuatro ocupantes del rodado. Los mismos fueron conducidos a la sede policial y puestos a disposición de la Justicia. Además, se alertó sobre la situación irregular a la Secretaría de la Niñez y Adolescentes (SENAF).

El comisario a cargo del operativo, consultado por el medio local Cadena 3, señaló: “Esta menor es hija de quien es el conductor del vehículo. El padre había decidido transportarla allí debido a que ya tenía ocupadas todas las plazas disponibles para pasajeros”. Cabe agregar que el hombre se desempeña como conductor de vehículos de alquiler, y que en este viaje no tenía asiento disponible para la niña.

Estamos todos bien

En la declaración del conductor quedó constancia de que se había comprometido a trasladar a unos pasajeros a Córdoba. “Dos tenían turno en el médico y otros dos venían a la provincia a trabajar. Me hacía falta la plata”. Los pasajeros confirmaron la versión, agregando que sabían de la presencia y del estado físico de la menor durante todo el trayecto.

El conductor señaló que “soy consciente de las consecuencias, si hubiera ocurrido alguna desgracia. Toda la vida fui camionero, sé manejar, sé manejo defensivo y cómo proceder en la ruta. Manejé de chiquito, claro que me preocupé un poco por esto. Pero bueno, asumí el riesgo y acá estoy ahora dando la cara”. La madre de la menor afirmó estar sorprendida por la decisión del padre.

“Lo volvería a hacer”

Hoy, a tres días del hecho, el conductor reveló que la menor estaba recién operada de peritonitis y dejó en claro que, ante las mismas circunstancias, “lo volvería a hacer”. Detalló la situación —algo que se desconocía hasta el momento— “es una inconsciencia mía, pero la tenía que traer sí o sí porque le empezó a doler, la operaron de una cirugía de peritonitis”.

Agregó que “se le reventó el apéndice, estuvo el borde de la muerte ocho días, luchando en el hospital. Tenía unos pasajeros y me había comprometido para traerlos. Necesitaba la plata para poder volverme con mi hija. Si le pasaba algo acá y tenía que quedarme, me hacía falta plata y no la tenía en ese momento. Decidí acostarla en el baúl porque sentada no podía estar”.

Culminó esta parte de la extensa entrevista de Cadena3, argumentando que la nena “iba con el teléfono” y que “después se durmió, pero venía bien”. Describió algo que contradice la versión policial: “Paré en Jesús María, en una gomería. Cambié una goma y ella quería ir al baño. Cuando la bajé del baúl, atrás había un patrullero e hicieron una escena de película, como que la estaba secuestrando“.

La situación, bastante grotesca de por sí, prosiguió con el diálogo entre él y las autoridades: “Les dije que era mi hija”, sumando un nuevo dato: “Les dije ‘plata no les voy a dar, haceme un acta si querés’”. Culminó expresando que luego de concurrir a la comisaría continuó su viaje: “A un pasajero lo tuve que llevar a la terminal y la nena siguió el viaje sentada”.