La influencia de la cultura pop y de las referencias de los medios de comunicación pueden haber sido los grandes responsables que llevaron al egipcio Abdel Qader Ahmed a cumplir sus sueños dentro de las artes marciales.

Conocido como “Abouda Ninja”, este deportista egipcio de 45 años se hizo famoso no sólo por ser el primer artista marcial de su país es ser considerado con la investidura de un auténtico ninja, sino por la historia de su afición.

Lo increíble de su historia no sólo es su procedencia, tan distante del Lejano Oriente por contexto y cultura, sino que desde adolescente era fanático de los dibujos animados de “Las Tortugas Ninja” y desde ese gusto se planteó convertirse en un auténtico ninja.

Con un nutrido entrenamiento en disciplinas como el parkour, karate y el kung fu, no fue hasta el año 1999 que decidió ir en busca de su destino. Viajó a vivir a Libia, donde conoció a un instructor que le enseñó el arte milenario del Ninjutsu.

Hoy, con 45 años y una nutrida experiencia, ahora Abdel Qader Ahmed es maestro de artes marciales en la ciudad egipcia de Zagazig, pero no enseña los secretos del Ninjutsu debido a su peligrosidad.

“Abouda Ninja” nació en una familia de clase trabajadora en la provincia egipcia de Sharqiya y desde pequeño alucinaba con las películas de artes marciales, pero mucho más con las hazañas de “Rafael”, “Miguelangelo”, “Leonardo” y “Donatello”.

“Crecí viendo y amando el cine de artes marciales. Estaba hipnotizado por la forma en que movían sus cuerpos y el control que tenían sobre ellos. Realmente me cautivó el hábil uso del armamento en el tipo de artes marciales que se representan en el programa. Comencé a preguntarles a los que me rodean cómo puedo emprender este camino. Esto fue antes de los días de Internet, fíjate, así que simplemente caminaba de entrenador en entrenador preguntando si alguien conocía a alguien que pudiera ayudarme a comenzar con el ninjutsu”, contó el deportista al sitio “The National”.

En su país fue blanco de muchas burlas, hasta que se mudó a Libia en busca de una mejor oportunidad laboral, donde conoció al capitán Nasser Abu Green, el mentor que le enseñaría los milenarios secretos del arte del ninja.

“Pudo ver que yo tenía un buen conocimiento de los conceptos básicos de muchas artes marciales, lo que me hizo más fácil pasar a un entrenamiento más complejo con bastante rapidez”, dice Abdel Kader, quien maneja más de 500 armas y ahora está decidido a honrar la memoria de su maestro enseñando a los más pequeños.

Acá es posible ver una reseña del ninja egipcio: