En el fascinante mundo de la tecnología y la innovación, un robot chileno ha logrado asegurar un cupo en un escenario que ya se lo quisieran los más afilados guerreros: el Robo-one. Esta inusual competencia es un torneo mundial de artes marciales de robots bípedos manejados a control remoto.

El torneo, con un ambiente que ha ganado impulso desde el año 2002 y que es digno de un enfrentamiento estilo animé mezclado con artes marciales mixtas, se desarrolla en un hexágono sin rejas y cuenta con la presencia de público, quienes deliran con cada emocionante combate robótico que es presentado por el locutor.

Y el robot chileno que tendrá la honorable misión de representar a nuestro país en Japón, la cuna de la robótica, será una máquina llamada “Bug”, que ganó su boleto a la competición mundial “Robo-one” en Japón al triunfar en un torneo en Chile en 2021.

El orgulloso representante nacional es una creación de tres estudiantes de Ingeniería Civil Electrónica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, un robot de 40 centímetros de largo y tres kilos de peso que considerado un verdadero luchador de élite y que ahora irá a competir en el ” Robo-one” con el emblema nacional.

Una empresa certificada es la que le proporciona sus dimensiones y movimientos básicos, pero son los universitarios chilenos Sebastián Cofré, Miguel González y Sebastián Herrera (Team “Factory Errors”), quienes han sometido a “Bug” a un entrenamiento riguroso hasta convertirse en un verdadero luchador de artes marciales.

De acuerdo con uno de sus desarrolladores, el proceso ha suido lento, ya que la primera tarea fue enseñar al robot a caminar, lo que requirió comprender cómo caminan los humanos y trasladar ese conocimiento a la máquina. Luego vino la estabilidad, asegurando que Bug se mantuviera en pie sin caer.

La capacitación continuó con la incorporación de movimientos de combate, incluyendo combos, patadas y llaves. Herrera contó a Las Últimas Noticias que “Bug” “aprendió a luchar de manera espectacular: levantando a su oponente en el aire y lanzándolo o ejecutando patadas aéreas para voltear al rival”. Además, contó que “Bug” entrena utilizando una especie de botella adaptada como sparring, recordando los métodos de entrenamiento en artes marciales humanas.

A pesar de la competencia feroz y la larga historia de la robótica japonesa, los creadores de Bug están emocionados y listos para enfrentar el desafío más importante de sus carreras. El torneo se llevará a cabo del 23 al 25 de septiembre y “Bug” luchará junto a los mejores robots del mundo, demostrando que la pasión por la tecnología y el espíritu competitivo no conocen límites.