• Francisca Maira, equipo de Astrología y Destino
• |
• Ver más de astrologia-y-destino

Yo soy Tauro, el renacer de los sentidos, el despertar de la naturaleza y sus misterios. Soy el llamado a reencontrarte con el encanto de la vida a través de un viaje por tu cuerpo, la observación detenida de la hoja de un árbol o el sabor de una copa de vino.

Soy los aromas de una feria rebosante de verduras y de frutas coloridas; soy el paisaje de un campo apacible de un bosque oscuro y silencioso. Soy la simpleza de un recipiente de arcilla y de la suavidad de la piel. Yo, Tauro, soy cadencia, disfrute, sensualidad, lentitud y placer.

Foto: El Mercurio

Yo, Tauro, soy cadencia, disfrute, sensualidad, lentitud y placer.

Soy, también, el olor a la tierra húmeda después de la lluvia, el sonido del follaje que se agita en la copa de un árbol, los aromas que despide la naturaleza, la voz profunda y sensual de alguien que acaricia tu oreja.

Yo, Tauro,  te invito a conectarte con el erotismo, no sólo como una práctica vinculada a la genitalidad de los seres humanos, sino como la energía que te permite abrazar el universo, fundirte con la naturaleza, fundirte con el aroma de una flor,  o con el cuerpo y el alma del ser amado.

Yo, Tauro, soy un acto de belleza y te invito a recuperar la conexión con la belleza que reside en tu cuerpo. Mírate en un espejo y dale la bienvenida a tu cuerpo. Trae de vuelta tu cuerpo a la vida, dile sí, abrázalo, acarícialo y permítele disfrutar de cada actividad que emprendas. Unta tu cuerpo con aceites especiales, pues seré yo, como un manto de sensualidad y belleza, el que penetrará en cada una de tus células y te contagiará con una fuerza profunda, el encanto de la tierra.

Yo, Tauro, soy Gea, la Pachamama, Gaia, la Madre Naturaleza, la Emperatriz y Venus, la diosa del Amor. Si levantas la mirada verás que estoy presente en múltiples formas, en el aroma de la madera que decora tu casa, en la textura de un piso de cerámica, en los colores de un cuadro que decora tu casa, en esa planta que está depositada en un rincón, en un ramo de flores, en el aroma y sabor de una comida, en una copa de vino y desde luego en tu cuerpo y sus misterios gozosos.

Ha llegado el tiempo, seas hombre o mujer, de recuperar tu belleza y de mover cadenciosamente tus caderas al ritmo de un tambor o del pulsar de la tierra. Ha llegado el momento de recobrar el eros, de fundirte contigo mismo y de establecer una relación apasionada y sensual con los colores, aromas y formas de la naturaleza. Como diría Jorge Bucay, es momento de ponerte de novio o de novia con la Vida.

Mayo es tradicionalmente el momento en que plantamos las semillas para que florezcan en primavera. Date un tiempo para arreglar el patio de tu casa o embellecer la jardinera de tu departamento o, si no tienes, traer una planta a tu hogar. Llénate de naturaleza y déjame envolverte con mi energía que te renueva.

Foto: El Mercurio

Cocinar es uno de nuestros placeres.

Date el tiempo para cocinar como un acto de coquetería contigo mismo y de máximo placer. Huele la verdura fresca, sazona tus comidas con aromas exóticos, échale un toque de vino y déjate envolver por esa fragancia. Prepara con esmero tus comidas y disfruta cada bocado.

Date un momento para tomar un baño de tina con aceites y ungüentos que te fascinen. O date una ducha para estar completamente en el presente, sintiendo que el agua toca cada parte de tu cuerpo.

Sal a caminar hasta lentificar cada vez más tus pasos. Sólo en la lentitud me permites visitarte, pues sólo en ese momento tomas contacto con tus sentidos y entonces se revela mi esencia.

Visita y reanima cada uno de tus sentidos, devuélveles el lugar que se merecen y haz de tu vista, oído, tacto, olfato y gusto momentos sagrados para reencantarte con la vida.

Esa es mi invitación. Espero, sobre todas las cosas, que la disfrutes… Que en medio de tanta tarea y obligación te permitas estos instantes de puro placer y divino ocio.