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El Jeep Compass cambia de cara

El modelo recibe una actualización profunda que abarca lo estético y lo técnico al mejorar sus habilidades para circular fuera de caminos.

Afortunadamente hay en el mundo lugares como Wyoming con sitios llamados Jackson Hole o Snake Creek. Porque no puede ser sino en lugares como esos donde un Jeep puede ser presentado al mundo. Para el caso, el muy renovado Compass.

Compass 2011

Foto: Jeep

La parte frontal del Compass muestra importantes cambios en su versión 2011.

Muy renovado, pero no totalmente, ya que el  todo camino de la marca estadounidense presenta una profunda reestilización, que casi habría podido pasar por nueva generación si no miramos la parte trasera y los costados, que son prácticamente idénticos a los ya conocidos.

Por delante nos encontramos con una cara completamente nueva: tanto los faros, como la parrilla, el capó y los parachoques del Compass 2011 son de nuevo cuño. Y es que si había una parte de este vehículo que necesitara una urgente modernización, esa era la frontal.

El resultado final recuerda mucho al del nuevo Grand Cherokee, de forma que se puede hablar de un salto adelante, con una estética más aerodinámica y musculosa.

La parte trasera presenta pocos cambios al margen de un parachoques rediseñado y grupos ópticos con LED, aunque sólo en las versiones más equipadas.

En el interior destaca el nuevo volante de la marca -de tres radios-, que sustituye al anterior, de aspecto bastante más pesado. Por lo demás, todos los mandos están ubicados en la misma posición, aunque se han añadido algunos detalles de iluminación y nuevas tapicerías.

Las terminaciones mejoraron. Se conservan los plásticos duros, pero se mejoraron las texturas y los ajustes de modo que el aspecto general es más cuidado.

En cuanto a mecánicas, al menos para el mercado estadounidense este nuevo Compass estará disponible con un motor 2,0 de 158 CV y un 2,4 de 172 CV, que irán acoplados a una caja manual de cinco velocidades o a la automática CVT, independientemente de que sea de tracción total o 4×2.

Aquí lo interesante es la nueva versión Trail Rated, que se configura con cambio CVT, tracción 4×4, llantas de 17 pulgadas, una mayor distancia al suelo -2,5 cm-, rueda de repuesto igual que las montadas, neumáticos todo terreno, ganchos para remolcar, cubrecárter, luces antiniebla y asiento del conductor ajustable en altura.

Esta versión incluye el sistema de tracción Feedom Drive II, que tiene un transeje con variación continua con rango bajo de segunda generación; es decir, un toque más off road para un modelo que se quedaba un poco corto en estas lides para ser un Jeep.

Las versiones 4×4 normales llevan el sistema de tracción Freedom Drive I, que es un sistema activo indicado para la conducción diaria y para condiciones de baja adherencia como nieve ligera. Incluye un centro de acople bloqueable para condiciones más duras.

Tras probar el vehículo en condiciones complejas en Snake Creek, con mucha nieve y barro, se puede afirmar que en un escenario saturado de crossover urbanos con cierta capacidad todo camino, la propuesta del Jeep Compass 2011 tiende a alejarse al ofrecer similares capacidades de habitabilidad, pero con una mayor capacidad para lidiar con escenarios hostiles.

La gente de Jeep había preparado un circuito relativamente corto, pero en apariencia exigente dadas las condiciones climáticas, en las que las temperaturas jamás superaron los 5 o 6 grados bajo cero. Sin embargo, en realidad eran condiciones relativamente sencillas, al punto que quedaban muy por debajo de las capacidades conocidas de expertos como el Grand Cherokee o el Wrangler a secas, que también estuvieron disponibles para probar.

Claro, el Compass no exhibió ningún titubeo y la exigencia para el conductor se limitó a gestionar la presión del acelerador. En estos escenario es muy importante contar con buena visibilidad, de modo que es recomendable situar el asiento en una posición elevada, cosa que este modelo permite ampliamente.

Compass 2011

Foto: Jeep

La parte trasera presenta pocos cambios al margen de un parachoques rediseñado.

Aún así el capó sigue siendo excesivamente largo, de forma que se crean ángulos ciegos significativos adelante.

Las suspensiones son relativamente suaves para tratarse ser un 4×4, pero no hay que dejarse engañar por eso, ya que igualmente soportan el vehículo lo suficiente como para mantenerlo elevado sobre el terreno mientras absorbe las irregularidades.

El sistema de tracción Freedom Drive II transfiere automáticamente torque desde el eje delantero al trasero hasta situar la repartición del mismo en partes iguales. El sistema no usa los frenos para eso, sino un algoritmo que comanda la caja de transferencia. Esto hace que las respuestas sean muy rápidas y, para todo efecto práctico, imperceptible para el conductor.

Por eso, el nuevo Compass puede ser llevado en este tipo de condiciones con suma facilidad. Naturalmente uno se puede preguntar cuántas más exigencias podría resolver este vehículo y uno queda en la duda ya que, en definitiva, el sistema de tracción, aunque más complejo que el dispuesto en modelos del mismo segmento, aún es sólo la entrada a una gama mucho más especializada en la marca Jeep.

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