• Guillermo Zúñiga, ex guía de Autos
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Utilizar cobertor es algo común y muchos creen que, de cualquier manera, será un beneficio para el automóvil.

Básicamente la superficie de la pintura tiene poros e interactúa con la atmósfera igual que la piel. Se expande y contrae constantemente, además de absorver y liberar humedad. Conociendo estos datos, si tapamos la superficie con algún plástico que selle esta “respiración”, la humedad no tendrá dónde ir, y muy probablemente se acumulará entre las capas internas de la pintura, causando globos y desprendimientos de material.

Existen cobertores de distinto tipo, los más comunes actúan como barrera aislante total con el ambiente, la mayoría de éstos están diseñados para proteger contra la nieve y por otra parte, existen cobertores fibrosos que permiten la respiración de la pintura; éstos últimos no son una gran barrera contra el polvo, pero previenen fallas por acumulación de humedad.

Foto: mbworld.org

En invierno tenemos temperaturas muy variables y condiciones de humedad diversas, sobre todo cuando el automóvil ha sido utilizado por largo tiempo, la supeficie de la pintura está a temperatura mayor que la de ambiente y se produce condensación, si a ésto le agregamos una barrera, la condensación aumentará y se acumulará en la capas internas de la pintura.

En colores metalizados esta falla es muy común, ya que se componen de varias capas de distinto tipo, siendo la final, una capa transparente brillante muy sensible a estos cambios.

La recomendación es siempre utilizar cobertores que permitan una respiración libre de la pintura o en definitiva no utilizar estos elementos.