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Ford F-150 SVT Raptor 6.2, manejando un vehículo extremo

Es un vehículo extremo en todos sus aspectos, incomparable en tamaño, prestaciones o funcionalidad. Conduje la Ford F-150 SVT Raptor por más de 600 kms en todo tipo de terreno. Aquí, el resultado.

Cuando tuve la oportunidad de conducir este raro vehículo por ningún motivo quise dejarla pasar. Fui de viaje a Rarín, un pueblo cerca de Vichuquén entre la VI y VII región a dejar víveres para personas de escasos recursos que aún viven estragos del terremoto pasado. El trayecto era perfecto, combinaba largos trayectos de carretera asfaltada, caminos rápidos de gravilla, cuestas de asfalto y gravilla, caminos cerrados y lugares donde incluso no había camino (tenía que inventarlo).

Foto: Guillermo Zuñiga

Foto: Guillermo Zuñiga

Características Generales

Es una camioneta de grandes dimensiones (2 metros de alto por 2,2 de ancho, sin espejos), Ford la desarrolló a base de un prototipo realizado para competir en rally de desierto, específicamente el Baja 1000. Su look no difiere mucho del prototipo inicial y su propósito se mantuvo intacto: potencia bruta para devorar cualquier tipo de camino a altas velocidades.

Se anima con un motor V8 de 6200 cc, desatando una potencia de 411 caballos y unas 434 libras/pie de torque. El conjunto pesa 2700 kilos en la versión “cabina y media” o “SuperCab” como lo define Ford y la capacidad de carga de combustible es de 100 litros, el que puede ser de 95 octanos o una combinacion de Etanol al 20% (E20).

Acelera de 0 a 100 Km/h en unos 6 segundos y llega a 120 en unos 9 segundos, llegando a su máxima velocidad (160 km/h) en unos 15 segundos (limitada electrónicamente). Sus recuperaciones en carretera son asombrosas, pasa de 70 a 100 en sólamente 3 segundos.

Monta unas llantas de 17 pulgadas que calzan neumáticos BF Goodrich, los que según Ford, fueron acondicionados especialmente para el modelo, con una medida de 315/70. Sus frenos son de 13.8 pulgadas con discos en las 4 ruedas. Cuenta con ABS, control de estabilidad y 6 Airbags

En su interior cuenta con una pantalla táctil de 4.2 pulgadas y un sistema de sonido Sony que incluye un potente subwoofer bajo el asiento de uno de loa pasajeros traseros. Una de las características más interesantes es el sistema Sync de Microsoft que incorpora, éste le permite al conductor integrar su teléfono a través de Bluetooth y comandar todos los sistemas a través de voz. También incluye una memoria donde se pueden grabar discos de audio. Su GPS incluido es sólo funcional en Estados Unidos.

Cuenta con una transmisión automática de 6 velocidades que puede ser operada manualmente y el plato de fondo, una suspensión  con amortiguación Fox-Racing desarrollada en conjunto con Ford, que opera de manera estupenda en cualquier tipo de condición, pero principalmente desarrollada para uso extremo. Con este último dato, se convierte en la primera camioneta de producción en incorporar este tipo de amortiguación.

Al volante…

Su tamaño no refleja la comodidad que entrega al volante.  En ciudad, la camioneta se comporta de manera muy suave, tiene un ángulo de giro privilegiado, muy similar al de un automóvil de tamaño medio, lo que facilita mucho su maniobrabilidad en espacios pequeños, esto ultimo ayudado de una cámara ubicada en la parte trasera que se activa cuando se selecciona reversa. Algo que no favorece mucho, es un ancho, complica mucho en espacios trabados.

Foto: Guillermo Zuñiga

Entrando en carretera, su andar continúa siendo suave y poco ruidoso a las velocidades legales, de hecho, su enorme motor puede llegar a ser casi imperceptible en rangos civilizados de aceleración, aunque si es exigida, su rugido, que no llega a ser ensordecedor, es igual al de un bólido de Nascar. Con toda esa potencia y el gran desplazamiento del motor, es complejo controlar la velocidad dentro de límites legales, si no hay una atención constante sobre el velocímetro, es muy fácil pasar a 130 o más.

Un punto importante entre la ciudad y la carretera, es su consumo. En ciudad ronda los 4 km por lito y en carretera a un promedio de 100 km/h ronda los 6.5 a 7 km por litro… a 120 km/h o más baja a 5 km por litro. Este pobre rendimiento de combustible la hace caer en un estatus de vehículo para diversión y no como uso de utilitario o de diario, a ese ritmo a cualquier bolsillo se le hace difícil sostenerla. Con un uso constante de su máxima potencia se dispara a unos 2 km por litro.

En pavimento, a pesar de tener control de tracción, pisando el acelerador es fácil terminar con olor a neumático quemado, ya que el control participa de modo correctivo y no preventivo, dejando un “rango” amplio de derrape. Sin el control la furia se desata de manera casi incontrolable, su tamaño y peso, con esa potencia la hacen un tanto peligrosa si no se tiene experiencia al volante de vehiculos de esa potencia. Su aceleración se siente bastante fuerte, aunque desconectando el control y usando la caja manualmente la diversión es casi el doble.

Sus frenos dejan un poco que desear, a pesar de su gran tamaño (13.8″) son insuficientes para tanto peso en casos de exigencia, pero a ritmo civilizado parecen ser muy aptos. Me dejó atónito el hecho de que un lomo de toro puede pasarse sin siquiera tocar el freno, a baja o alta velocidad sus ocupantes lo sienten como un leve bache, y desde el exterior su chasis casi no sufre vibraciones, la suspensión hace un trabajo perfecto.

Entrando en caminos de gravilla la camioneta parece “estar más cómoda”, pisar el acelerador en superficies rugosas o complejas, lo hace aún más placentero, la F150 Raptor parece navegar sobre el camino. Sobre ripio el cuento es parecido, incluso a 140 km/h (velocidad a la que otros vehiculos se desarmarían) el viaje sigue siendo como si fuera sobre pavimento. Su maniobrabilidad es precisa, su peso le ayuda a no derrapar y cuando se aplica un manejo más deportivo, su volante viene provisto de una franja de color en la parte superior (como en los autos de rally) para ayudar a identificar la posición de este sin tener que mirar su centro.

Si se le hace saltar a baja o alta velocidad su caída es suave y hasta casi imperceptible. En caminos de tierra o gravilla más trabados, sus frenos trabajan bien y el reducido ángulo de giro la hacen ser apta para casi todo tipo de curvas. En cuestas, su motor sube cualquier tipo de pendientes casi sin esforzarse, en subida casi no es necesario presionar el acelerador, incluso sin hacerlo la Raptor tiende a derrapar por el torque aplicado.

Al cruzar un estero e inventarme el camino, me metí en situaciones en las que creí no salir, la Raptor respondió de manera maravillosa. Al conectar la tracción integral, su manejo se hace muy fácil en barro o trepando un cerro, conectando el bloqueo de diferencial prácticamente ningún obtáculo parece superarla, en algún momento la metí en un bache de metro y medio de alto, normalmente pensé que pedir asistencia era absolutamente inevitable, pero la Raptor salió por sus propios medios.

En resumidas cuentas, la Ford F-150 Raptor es un vehículo entretenido, para ser disfrutado en dunas, desierto, barro y cuánto camino difícil se te ocurra, sin tener que recurrir a cambiar neumáticos o realizar modificaciones. Es versátil, aunque en ningún caso económica. Un largo viaje puede ser placentero y en ningún caso cansador.

Foto: Guillermo Zuñiga

Un punto en contra del manejo, que no tiene que ver con la camioneta, es que su look provoca cierto recelo entre quienes te rodean, dentro de Santiago, normalmente los otros conductores se comportan de una manera muy agresiva.

A Favor

  • Potencia
  • Capacidad de carga
  • Panel de instrumentos y sistema de Audio
  • Comodidad
  • Visibilidad
  • Modo manual de la caja de cambios

En contra

  • Consumo excesivo en cualquier tipo de manejo
  • Falta de potencia en los frenos
  • Tamaño

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