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Nunca es fácil elegir a los mejores autos en un mercado tan abierto, tan abundante y tan competitivo como el chileno.

Foto: Sergio Salazar, El Mercurio

Kia Soul.

La sola lista de postulantes; es decir, todos los modelos nuevos que se presentaron este año entre el 1 de enero y el 30 de noviembre, era intimidante. Este año postularon 46 modelos en la categoría de Auto, 15 en la de SUV, 12 en la de Comercial y 18 en Auto Premium. Asimismo, se preseleccionaron 3 modelos para el Mejor Ecológico, 12 para Deportivo, 13 modelos para Diseño, 10 marcas y 10 lanzamientos.

Con todo, la votación final, a la que concurrieron los periodistas René Durney (Las Ultimas Noticias), Mauricio Carvallo (Terra y Valor Futuro), Alexis Cares (Publimetro), Leonardo Pacheco y Mauricio Monroy (Revista Automóvil), Romina Cannoni y Marcelo Palomino (La Tercera) y yo, como representante de El Mercurio, fue mucho más consistente de lo que podría esperarse. Sin demasiada dispersión entre los votos, el elegido como Mejor Auto de 2009 fue el Kia Soul.

¿Por qué? Porque es evidente que es el primer auto de una nueva era de Kia. Finalmente esta marca está haciendo lo que antes sólo había predicado. Desde que se fusionara con Hyundai en 1998 que sus directivos venían diciendo que Kia iba a ser la marca joven y audaz, mientras que Hyundai sería la marca adulta. Y resulta que nunca pude ver mucha audacia y juventud en autos como el Rio o el Cerato… hasta que apareció el Soul. Éste es un auto pensado para jóvenes, que le da una nueva cara a la marca y que se atreve con estilos nuevos y propios.

En la categoría de SUV el elegido como mejor auto 2009 fue el Renault Koleos, tal vez el primer Renault que no se mira al ombligo. Es un auto que deja de ser propiedad de los franceses o los europeos para pertenecerle al mundo. Es un vehículo que fue concebido como plataforma mundial para satisfacer una demanda que es más intensa en ultramar que en su mercado doméstico. Además, buen tamaño, buen precio y buen diseño son elementos demasiado atractivos como para pasarlos por alto.

En el ítem de Mejor Comercial, no había por dónde perderse: el mejor auto 2009 es la Dodge Ram. Una clásica estadounidense con cara de malvada que fue, sin duda, el lanzamiento más sobresaliente del segmento en el año por potencia, capacidad y su catedralicia versión de cabina doble, cuyo equipamiento rivaliza con los SUV full size. Los patrones de fundo del país se regocijan.

Foto: Sergio Salazar, El Mercurio

Camaro.

El premio al Mejor Premium es siempre el más difícil. Todos los postulantes son joyas tecnológicas y rara vez alguno decepciona en las pruebas de manejo. Pero hay que decir que el Porsche Panamera, con toda su intrepidez a pesar de su configuración sedán se lo merece. Sobre todo porque es un experimento valeroso, pues con él Porsche nuevamente se aventura hacia latitudes ignotas con éxito.

El premio para el Chevrolet Camaro, como Mejor Auto Deportivo 2009, en tanto, es una demostración de que el diseño retro y el ronroneo de un V8 estilo yanqui todavía pueden ser seductores. Una revitalización de los muscle cars setenteros para los nostálgicos.

En cuanto al premio al Mejor Auto Ecológico, la verdad es que la elección del Toyota Prius tenía aires de inevitable: en el país de los ciegos el tuerto es rey (la oferta realmente diferente es escasa); no obstante, el premio al Prius felicita a un auto de real vanguardia en nuestro medio. Más atractivo por su tecnología que por sus formas, es aún capaz de voltear algunas miradas cuando se lo maneja por las calles chilenas.

El Fiat 500, como Mejor Diseño 2009, es otro premio a los viejos tiempos, aliento para los nostálgicos y trampa para los de gustos onderos. Además, anda bien y recoge el entusiasmo de una marca que va para arriba en Europa y le ayuda a su imagen en Chile.

En la elección a la Mejor Marca de Auto no cupo duda: tenía que ser Kia. A fuerza de una combinación de una gama renovada, llegada oportunamente y con diseños más jóvenes, esta marca aumentó muy significativamente su participación en el mercado (llegó a 10%). Además, acompañó su ofensiva con una contundente política de marketing que le está cambiando la cara.

Finalmente, el del Suzuki Celerio fue elegido como el mejor evento de lanzamiento del año. Fue un evento que tuvo todo lo necesario, independientemente del auto. Tuvo una organización impecable, mucho manejo para probarlo, una ruta bien elegida, buena disposición de los ejecutivos para responder todas nuestras preguntas y flexibilidad para nuestros pequeños caprichos.