Agustina Cabaleiro es una modelo e influencer argentina que se define en las redes como “militante del amor propio”. Su mensaje ha llegado lejos: en Instagram, donde es conocida como @onlinemami_, suma más de 362.000 seguidores.

Además de trabajar en campañas gráficas para distintas marcas y ser portada de revista, Cabaleiro publicó el libro “Te lo digo por tu bien. Sobre ser gordas y ocupar espacios con libertad”, donde habla de la gordofobia y las experiencias negativas que debió atravesar por cuestionamientos a su peso.

A sus 27 años, es un referente en Argentina del Body Positive, movimiento que promueve el amor propio, desafiando los estándares de belleza y sin importar el tamaño del cuerpo.

Entrevistada por BBC Mundo, la influencer explicó por qué le puso ese título al libro: “Me decían mucho lo de ‘comé un poco menos porque vas a engordar, te lo digo por tu bien’ y también me pasaba mucho con la ropa. ‘No te pongas un pantalón blanco, no te pongas algo tan apretado, algo tan cortito, te lo digo por tu bien’”.

Respecto a la gordofobia, Cabaleiro sostiene que se trata de un “miedo a las personas con cuerpos gordos”, pero también algo internalizado, el temor “a ser gordo”.

“Gordo”, “gorda”, son adjetivos que la influencer también cuestiona y a los que busca quitarles la connotación negativa: “Estamos educados para entender que la palabra gordo es un insulto cuando en realidad es un adjetivo como flaco, alto, bajo, etc.”

“Cuando pensamos en alguien gordo, o nos enseñan que es así, pensamos en alguien que no tiene salud, que es tonto, torpe, que es feo, que no hace ejercicio, etc. Y por contraposición, cuando alguien es flaco pensamos que es saludable, que se ama, que se cuida, que se quiere. Eso es así porque nos enseñan eso desde que nacemos”, agrega.

Por eso, se planta contra eufemismos como “rellenita” o “grandota”, palabras que, según analiza, se usan para “no decir que alguien es gordo o para no reconocerse gorda”.

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Cabaleiro explica que, en especial durante su adolescencia, dejó de hacer muchas cosas por su peso, que sufrió discriminación en discotecas a las que no la dejaban entrar y que siempre tuvo problemas para conseguir ropa de su talle.

Respecto a quienes la cuestionan, sosteniendo que promueve que ser gorda es saludable, la modelo argumenta que “la OMS lo define como un factor de riesgo, no es una enfermedad de por sí”.

“Cuando la gente ve mi contenido no piensa que va a ir a comer equis cantidad de comida o dejar de ir al gimnasio para ser gordo. Lo que entiende la gente cuando ve mi contenido es que se puede tener una vida plena y una vida feliz con el cuerpo que sea”, sostiene.

Finalmente, Agustina Cabaleiro incentiva a sus seguidores a realizar pequeños cambios en el camino hacia el amor propio, más allá de cualquier inseguridad: “Es empezar a animarte a usar quizá una prenda que no te animabas porque, no sé, te enseñaron que te queda mal, que no te favorece, que te marca algo que no te gusta, mirarse en el espejo. Hay mucha gente a la que le da hasta como cosita pasar enfrente de espejos. Yo hasta los 18 no tuve espejos en mi casa y ahora mi casa está llena de espejos. Porque no me quería ver y ahora sí me quiero ver”.

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