Cuando se trata de bajar de peso, hay numerosas dietas que se basan en la eliminación de determinados alimentos, como los hidratos de carbono, las grasas y los azúcares. Pero no siempre es necesario renunciar a estas comidas para lograr un cambio drástico, tal como da cuenta el caso de Gessi Parisi-Rodríguez, quien ha adelgazado más de 50 kilos comiendo de todo.

La joven de 25 años es oriunda de Michigan, Estados Unidos, pero su familia tiene raíces italianas, algo que, según declaró a Women’s Health, ha condicionado su alimentación. “Probé la dieta vegana, vegetariana, baja en carbohidratos, el programa Weight Watchers, el ayuno intermitente, la dieta OMAD (una comida al día)… y ninguna me funcionó. ¡Soy una mujer siciliana, necesito mis hidratos y mi carne!”, explicó a la revista.

113 kilos / 59 kilos

A los 8 años pesaba más de 45 kilos y fue la primera vez que supo que su peso no era el adecuado, luego de que un médico le dijera a su madre que tenía que hacer algo al respecto.

“La razón por la que me fue tan difícil controlar mis hábitos alimenticios es que casi todos en mi familia siciliana son dueños de un restaurante o un local de pizzas”, sostiene Gessi Parisi-Rodríguez, quien además reconoce que comía como forma de lidiar con sus emociones.

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En su adolescencia, experimentó con drogas y antes de cumplir 17 años alcanzó su peso máximo: 114 kilos. Hasta que algo cambió: “Tuve un encuentro religioso que me ayudó a adquirir la fuerza interior que necesitaba para cambiar mi estilo de vida”

¿Cómo lo logró? “Traté de mantener un déficit calórico, lo que significa que comía menos calorías diarias de las que quemaba. Usaba mi reloj Fitbit y una app para monitorear estos datos. Ahora puedo disfrutar mis comidas favoritas, en tanto las porciones sean mesuradas y coma de forma moderada”.

Sin dejar de lado ninguna comida pero prestando atención a no excederse en las porciones, Gessi logró adelgazar más de 50 kilos a lo largo de 8 años. En la actualidad pesa 58 kilos, casi la mitad del que supo ser su peso máximo.

Así son sus comidas

Desayuno. Tazón de avena instantánea con azúcar moreno, sirope de arce y una cucharada de mantequilla de cacahuete. También bebe una taza de café con jarabe de vainilla (sin azúcar) y una pizca de leche de almendras.

Almuerzo. Enchiladas caseras de carne o pollo.

Snacks. Rodajas de piña o de pan integral con una cuchara de mantequilla de cacahuete y rodajas de banana encima.

Cena. Hamburguesa de pavo con pan bajo en carbohidratos y papas fritas caseras.

Postre. Una galleta con chips de chocolate.

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Su rutina de entrenamiento

Hacer ejercicio es importante, pero Gessi revela que lo suyo fue muy simple: caminar 30 minutos diarios durante cinco o seis días a la semana. De a poco fue subiendo el tiempo hasta llegar a hacer caminatas de una hora y media.

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Caminar le funcionó para bajar de peso, si bien ahora prefiere ir al gimnasio a entrenar en la bicicleta elíptica o levantar pesas.

Por último, la joven asegura que la voluntad ha sido clave para poder adelgazar: “¿La otra razón de mi éxito? Cada vez que me salí del camino, volví. Hubo veces que dejé de entrenar, dejé de monitorear lo que comía y dejaba de prestarle atención a mi salud. ¡Es parte de la vida!”

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53 kilos menos.

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