Miren su cuenta. Liv Tyler cambió todo su perfil ya muchísimos años atrás. La bellísima hija del roquero Steven Tyler, líder de Aerosmith, dejó la actuación y los clips para volcarse de lleno al modelaje de grandes marcas.

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¿Recuerdan el video Crazy? Allí Liv recién salía a la fama, era apenas una jovencita y rodó uno de los videos más célebres de todos los tiempos, aquellas indelebles secuencias con Alicia Silverstone. Luego llegó el cine. Y el reconocimiento mundial de su rebelde Arwen, una elfo de armas tomar. Y luego las películas de bajo presupuesto. Y una última aparición en los tanques hollywoodenses con el “Increíble Hulk”, en 2008.

Liv Tyler en sus comienzos

Pero de todo eso pasó una vida. Con el tiempo nos acostumbramos a verla a Liv en los comerciales de alta costura, o de fragancias inasibles. Hasta que poco a poco, aunque parezca mentira, nos acostumbramos a no verla, a secas. Liv dejó de aparecer a diario en portadas, eventos, alfombras rojas, portales.

Pasaron ya tres años de su último film, la segunda parte de “Los extraños”. Desde entonces Liv, como tantas otras mujeres, ha encontrado una nueva veta, una nueva profesión: influencer, por supuesto. Es decir, la hija de Steven comparte su vida a través de su red social, en la que coopera con su proyectos de ONGs y medioambiente. Por eso sorprendió su última imagen. Una osada foto de Liv en la cama, con la ropa interior a la vista.

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Liv tiene 41 años y no tiene rastros de cirugías ni nada por el estilo. Liv está más bella que nunca, para algunos, más bella que por aquellos años de fama mundial. “Arwen” tiene 2 millones de seguidores, más de mil publicaciones, aunque ninguna así…