El famoso y las extravagancias… qué tema. Cuántas celebridades conoces que se han volcado a conductas o creencias que no suelen a atraer al común de los mortales. Muchos de estos, incluso, se han visto una y mil veces atraídos por religiones extremas. Para ellos, su fe; para la ley, simples sectas.

Lo de “religión” tiene que ver muchas veces con una sencilla cuestión, bien terrenal y lejana a toda espiritualidad: no pagar impuestos. Pero no entremos en ese cinismo que no conduce a nada. Lo cierto es que muchos famosos de Hollywood han sido seducidos por la cienciología, una organización muy famosa en los EEUU que ha sido definida en más de una oportunidad por exmiembros como una sencilla “secta”. ¿Y qué horrores contienen siempre estas sectas?

Sin llegar al extremo de los sacrificios humanos de las sectas de la literatura, la cienciología sí ha recibido infintas denuncias de abusos y acosos, tanto en los físico, como en los sexual como en lo psicológico. Sin dar muchas explicaciones al respecto, todos reconocen a Tom Cruise como uno de los cienciólogos más conocidos. Al hombre no le ayuda haber rodado “Ojos bien cerrados”, el film de Kubrick que ayuda a poner en imágenes estos cultos.

La actriz Leah Remini logró salir de la secta tiempo atrás y fue una de quienes denunció a Cruise: “La gente piensa que Tom es una víctima inocente en todo esto. La mayor parte de los cienciólogos lo son, pero él no está en la misma categoría que el cienciólogo medio. Tom está al tanto de los abusos que se producen en la Cienciología. Él ha sido parte de ellos”, declaró alguna vez a El País.

Niños de Dios es otra de las sectas que ha atrapado a famosos. Muy famosos. Joaquin y River Phoenix; y Rose McGowan, por ejemplo, han sido parte del culto que recogió todo tipo de denuncias: “Los niños de tres años eran animados a realizar juegos sexuales con sus padres y otros adultos, aunque se ponía incluso más énfasis en que los menores se estimulasen unos a otros”, supo reportar la GQ. “Te mantenían en la oscuridad para que obedecieses. Las mujeres estaban allí para servir a la sexualidad masculina”, explicó Rose.

En la cumbre de su popularidad Michelle Pfeiffer cayó en las garras del respiracionismo, un durísimo culto que asegura que es posible vivir sin agua ni alimentos. ¿Quién más? Glenn Close fue parte de la secta rearme moral hasta los 22 años, momento en que la fama, por suerte, la arrastró hacia otros senderos.

Wynona Ryder fue quien peor la pasó. En su infancia estuvo dentro de la “rainbow family”, culto que se vio involucrado en asesinatos y muertes confusas, además de denuncias de narcotráfico. Se supone que la organización era hippie…

Los hermanos David y Patricia Arquette tuvieron demasiados problemas  por ser miembros de Subud, un culto espiritual que llevaba adelante el ejercicio del Latihan Kejiwaan, una práctica de entrega a un dios o fuerza de vida, que nunca pudo definirse muy bien. Aquellas tropelías fueron denuncias por El Mundo. ¿Por qué tantos famosos caen en estos lugares confusos? Alguna vez Woody Allen soltó una frase para referirse a la cocaína que bien puede utilizarse para cerrar: Demasiado dinero…