Las últimas horas han sido más que movidas para Miley Cyrus. Por eso, la sangre de sus millones de fans se heló al ver la foto tan temida. Porque convengamos: cuando una estrella pop pasa por la secuencia de escándalos que ha atravesado Miley estos días terminan como ha terminado ella, internada.

¿Qué pasó? De todo. La estrella más feroz del post-teenpop no puede con su alma. Todos habían festejado su casamiento con Liam Hemsworth, porque la obligaría a bajar varios cambios a su adrenalínico ritmo. Lo sabido: la pareja no duró nada. Después, como si el tiempo volara pasó un ruidoso y más efímero romance con la influencer Kaytlin Carter. Y ahora –se supone– anda en pleno idilio con Cody Simpson.

Ya se ha hecho imposible hacer un seguimiento detallado de sus situación sentimental. Pero también se está tornando imposible hacer un seguimiento de su carrera profesional. Miley no atraviesa el mejor de los momentos. Y así quedó confirmado con su última foto.

Los más detallistas recordaron que ella ya había anunciado que sufría amigdalitis. Pero tampoco eso tranquilizó a los fans. “Voy a intentar curarme lo más rápido posible para llegar a Gorillapalooza con Ellen DeGeneres, Portia De Rossi y Bruno Mars este fin de semana. Envíenme buenas vibraciones. Esperando a que la estrella del rock G*DS me dé fuerzas y me ayude a patear esta mierda. Tenemos gorilas que salvar”, explicó de modo confuso la artista. No le echen la culpa al redactor por la contradicción: es dificil contar los días de Miley, todo es caótico y confuso.

“No pienso recluirme y tener citas en casa porque no es divertido y porque me siento extremadamente incómoda”, “Rediseñé mi bata de hospital”, “Soy mayor y tomo decisiones como una persona adulta conociendo la verdad, los detalles, la realidad. La gente solo ‘sabe’ lo que ve en Internet. A los hombres, sobre todo a los de éxito, nunca se les acusa de ser ‘unos putones’, “Gracias mamá, por ayudar a que esta pequeña enferma luzca un poco mejor cepillándome el pelo”, fueron algunos de sus últimos posteos. 

Por último, una nueva duda acucia a quienes la quieren: ¿cómo le caería, en estos momentos de tanto ajetreo, la cancelación de compromisos asumidos a Cyrus? La rutina puede ser un buen marco cuando andas desbocado. Las próximas horas explicarán más la situación actual.