El mito creado en torno a la figura de Marilyn Monroe comienza a quedarse sin misterios. Tras tres años de exhaustiva investigación, un documentalista francés puso nombre y apellido al padre de la diva más preciada y enigmática de Hollywood: Charles Stanley Gifford.

“Creo que una de las fisuras que hace que el destino de Marilyn fuera el que fue es la ausencia de sus padres. Y más particularmente la de su padre”, cuenta apenas horas antes del estreno oficial de “Marilyn Monroe, la dernière vérité” (Marilyn Monroe, la última verdad), su autor, el documentalista francés Francois Pomes.

La noticia de que la identidad de Marilyn había sido finalmente descifrada fue adelantada meses atrás por París Match. La revelación viene a ser la frutilla de las conmemoraciones por el 60 aniversario de la muerte de la diva. Así es: aunque parezca mentira, el mundo ya llevada medio siglo y una década sin Marilyn.

Pomès es especialista en documentales científicos. Tras haber dedicado tiempo al Antiguo Egipto, otra leyenda lo emprendió en un viaje tan faraónico como los viejos vecinos del Nilo. La figura de Marilyn lo fascinó desde pequeño, cuando sus padres lo llevaban a ver cine del clásico. El cineasta recuerda su primer film sobre la actriz: “Con faldas y a lo loco”.

“Hace tres o cuatro años pensé en cómo podría marcar este aniversario –explica Pomes–. Hay muchos documentales sobre Marilyn y cientos de biografías y yo quería aportar algo distinto. Me di cuenta de que solo faltaba una información: la identidad de su padre biológico”.

El desafió era enorme, pero a un egiptólogo, claro, los No se sabe, no lo detienen demasiado. Fue un laboratorio en Texas, Estados Unidos, y otro en Toulouse, Francia, los que analizaron varios cabellos: uno lo tenía el peluquero de Monroe, del día en que ella cantó para John Fitzgerald Kennedy el feliz cumpleaños. Otro mechón lo guardaba el hombre que embalsamó a Marilyn tras su muerte. Después de dos años de pruebas y pruebas, el equipo de antropobiología encabezado por Ludovic Orlando obtuvo un 22% del genoma de la actriz en un 5% de restos del ADN que conservaba el cabello.

La infancia de Marilyn tuvo una dureza que formó parte del mito: la diva fue abandonada por su padre de pequeña, que rodó de albergues y orfanatos sin saber quién era él. Ahora aquel misterio ha caducado.