La mexicana Salma Hayek tiene alguna fórmula secreta. La juventud, para ella, es cosa natural. Si ella tuviera 20 no habría nada que decir, todo en regla. Pero ocurre que Salma pasará en breve la barrera de los 55. Pronto estará más cerca de los 60 que del medio siglo.

Y la cuestión es el cómo, no el cuánto. ¿Cómo llega a Hayek a esa edad? Probablemente como muy pocas otras divas han llegado. A ver: por lo pronto, la tez bruñida envejece mucho mejor que la pálida; eso, en términos generales, suele darse y no hay con qué darle. Pero sucede que Salma se mantiene mejor, incluso, que muchas otras mujeres de su propia naturaleza.

Más: Salma no ha recurrido a las cirugías que aportan un poquito pero tanto restan a lo largo. Es cierto, algún retoque mínimo puede ayudar a disimular algunas arruguitas. Pero a la larga, lo mejor –si tienes los genes rejuvenecidos– es mantener los rasgos propios. ¿Y entonces? Buena alimentación, hidratación, mucho entrenamiento.

Como sea, Salma recurrió a su concurrido instagram, tomó un celu a mano y click!, disparó una selfie. Sus ojos color avellana quedaron en el centro, pero también se lució su cabellera indomable, que la Hayek ni intentó disimular para la toma. Los ojos, sin make up. Nada de base. Solo una mujer de 54, pero no una mujer cualquiera: una de las latinas más bellas de todos los tiempos. Así lo entienden los fans, que se apuran a confesarle su amor incondicional en los comments.