Para algunos actores y actrices, el papel de sus vidas puede ser sinónimo de fama, fortuna y una próspera carrera en el mundo del cine. Pero para otros, ciertos roles han tenido las peores consecuencias.

Quedar encasillados es un contratiempo, pero hay intérpretes que han padecido más que eso: Sus apariciones en películas emblemáticas han arruinado sus vidas. Estos son algunos de los casos más dramáticos.

Maria Schneider en “Último tango en París” (1972)

Marlon Brando y Maria Schneider en “Último tango en París” (1972)

Trabajar con Marlon Brando en una película dirigida por Bernardo Bertolucci puede sonar como la gran oportunidad para cualquier actor. Y así fue para Maria Schneider, pero el sueño se volvió pesadilla.

Años después del estreno de “Último tango en París”, se supo que la actriz fue abusada durante una de las secuencias más icónicas del film. Se trata de la denominada “escena de la mantequilla”, en la que el personaje de Brando viola al de Schneider.

Lo que sucede en el film no estaba en el guion y ella no sabía que pasaría. En 2007, la actriz había declarado: “Para ser honesta, me sentí humillada. Me sentí un poco violada por ambos”.

Conoce más detalles de esta historia: El día que Marlon Brando abusó de Maria Schneider en cámara

Al momento del estreno, Maria Schneider tenía solo 20 años y este hecho traumático la marcó para siempre. Aunque siguió adelante con su carrera, cayó en adicciones: “No me gustaba ser famosa y las drogas eran mi salida. Intenté suicidarme dos o tres veces tomando pastillas, pero cada vez que lo hice, me desperté cuando la ambulancia llegó. Sobreviví porque Dios decidió que no era mi hora de partir”.

“No quería que Maria actuara su humillación y su rabia; quería que Maria sufriera la rabia y la humillación. Y ella me odió para toda la vida”, dijo Bertolucci en una entrevista de 2013 que Schneider nunca llegó a ver porque murió en 2011, víctima del cáncer.

Judy Garland en “El mago de Oz” (1939)

Judy Garland como Dorothy en “El mago de Oz” (1939)

Actriz, bailarina y cantante de voz prodigiosa, Judy Garland será siempre Dorothy, esa niña de Kansas que descubre la mágica tierra de Oz. Pero para que Judy resistiera las largas jornadas de rodaje, su madre le daba drogas y cigarrillos. Además, su dieta era a base de sopa de pollo para que se mantuviera delgada.

Eso no fue todo. Garland, de solo 16 años cuando se filmó la película, fue víctima de abusos, según ha detallado su biógrafo, Gerald Clarke. “Todo el mundo sabe lo que pasa en los sofás de las audiciones, pero nadie pensó que Judy había sido sometida a presiones sexuales por parte de los altos mando de MGM”.

Se cree que el consumo de sustancias podría haber comenzado antes, pero lo cierto es que se convirtió en una constante en la vida de la actriz. Con altibajos, nunca pudo superar sus adicciones y falleció en 1969, a los 47 años, por una sobredosis de barbitúricos.

Malcolm McDowell en “La naranja mecánica” (1971)

Malcolm McDowell como Alex en “La naranja mecánica” (1971)

Su imagen quedó en la historia del cine gracias a su interpretación de Alex, el violento y desquiciado protagonista de “La naranja mecánica” de Stanley Kubrick. Pero McDowell la pasó realmente mal durante el rodaje, poniendo en riesgo su salud.

Una de las escenas más famosas de la película es cuando Alex es sometido al tratamiento Ludovico. El personaje es forzado a ver una película violenta mientras le mantienen los ojos abiertos mecánicamente. El actor no tuvo otra opción que pasar por algo similar.

“Terminé con las córneas rasguñadas, algo desagradable y brutalmente doloroso. Se curó bastante rápido, pero a los pocos días Stanley me dijo que necesitaba una toma más en primer plano. Mi sustituto no quiso hacerlo luego de ver lo que me pasó. Por lo tanto, volví a la silla. Era mi último día de sesión. Yo estaba aterrorizado”, declaró.

Esto le hizo perder la vista temporalmente. Además, otras escenas en que lo golpean le provocaron fisuras en las costillas. Aunque hoy, a sus 77 años, no tiene secuelas de aquello, recuerda el rodaje como una espantosa experiencia.

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Sharon Stone en “Bajos instintos” (1992)

La famosa escena de Sharon Stone en “Bajos instintos” (1992)

La escena del cruce de piernas fue la más famosa de la película y marcó a fuego la carrera y la vida de Sharon Stone. Tras el estreno de la película, se convirtió en un símbolo sexual y en una de las máximas estrellas del cine.

Pero fue años más tarde que la actriz habló de las humillaciones que vivió durante el rodaje. En primer lugar, ella no sabía que sus partes íntimas aparecerían en pantalla. Le habían pedido que se quite la ropa interior porque el blanco hacía que se reflejara la luz. Era mentira. El propósito era que todo saliera en pantalla y así fue, algo de lo que se enteró recién al ver la película editada.

Esto no fue todo. En recientes revelaciones en su libro “The Beauty of Living Twice”, Stone confesó que un productor le sugirió acostarse con su coprotagonista (Michael Douglas) para que ambos tuvieran más química frente a la cámara.

Heath Ledger en “Batman: el caballero de la noche” (2008)

Heath Ledger como el Guasón en “Batman: el caballero de la noche” (2008)

Se ha especulado mucho respecto a cuánto afectó a Heath Ledger su personificación del “Guasón”. Lo que sí se sabe es que se dedicó de forma obsesiva a preparar el personaje. Estuvo encerrado por semanas en un cuarto de hotel creando la risa y hasta llevó un diario como si fuera el villano.

Su trabajo fue tan bueno que se llevó el Óscar como Mejor Actor de reparto, pero de forma póstuma: Ledger falleció a los 28 años, seis meses antes del estreno de la película.

¿Fue por este personaje? No del todo, pero algo tuvo tener que ver. Ledger había dicho que su trabajo en “Batman: el caballero de la noche” y “I’m Not There” (2007) le habían provocado serios problemas para conciliar el sueño. Esto, sumado a la exposición mediática que le costaba manejar, derivó en el consumo de pastillas para dormir.

La autopsia determinó que Ledger murió por un paro cardiorrespiratorio producido por la interacción farmacológica de fuertes sedantes y analgésicos.

Janet Leigh en “Psicosis” (1960)

Janet Leigh en la escena de la ducha de “Psicosis” (1960)

Protagonizó una de las escenas más famosas del cine: La de una mujer que es asesinada mientras toma una ducha. Su rostro gritando pasó a la historia gracias a “Psicosis”, del gran Alfred Hitchcock. Janet Leigh no padeció el rodaje, pero sí la fama que el film le dio.

Tras el estreno de la película, debió lidiar con amenazas de personas trastornadas que prometían hacerle lo mismo que Norman Bates le hace en el film. “Ya no recibo tantas cartas como antes, pero tengo que decirlo, fue algo muy grave. El FBI tuvo que intervenir. Por suerte nunca pasó”, reveló Leigh en una entrevista de 1984.

Por otra parte, declaró que vivió con miedo a ducharse y solo tomaba baños de inmersión. “Cuando estoy en un lugar donde solo me puedo duchar, me aseguro de que las puertas y ventanas de la casa estén cerradas. También dejo la puerta del baño y la cortina abiertas. Siempre estoy mirando hacia la puerta, observando, sin importar dónde esté la ducha”.

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