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Código Hays: Cuando la censura en Hollywood prohibía hasta quitarse las medias

El código de producción de Hollywood nació en los años '30 y reguló las historias e imágenes de todas las películas.

Guía de: Cine

Ni una mujer quitándose las medias ni un matrimonio en la misma cama: las reglas del Código Hays condicionaron el cine de Hollywood durante los años ’30 y ’40, marcado por motivaciones tanto morales como económicas.

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La violencia estaba permitida solo en historias del pasado, como el clásico western “La diligencia” (1939).

A ojos actuales, el cine de esta época puede parecer inocente y falto de picardía, pero no es más que producto de varias décadas en las que la censura podía tachar de inmoral un cierto tipo de baile y unas axilas. Sí, unas axilas.

Durante su época dorada, las películas de Hollywood debieron acatar una serie de reglas que tenían por fin que la naciente industria fuera un negocio rentable. Para esto, lo que se veía en pantalla debía ser apto para todo tipo de público y mantenerse alejado de cualquier polémica, escándalo o boicot.

Hacia finales de los años ’20, algunas películas mostraban lo que para la época era considerado demasiado violento o promiscuo. Como consecuencia de la presión de las ligas puritanas y las pérdidas económicas que podían significar películas de “moral dudosa”, la asociación de productores de Estados Unidos redactó un código de autocensura con normas que todos los estudios de cine debían seguir.

Estas reglas se conocieron como el Código Hays, por William H. Hays, el productor republicano que las redactó.

Las prohibiciones en el cine de Hollywood

El Código Hays se proponía controlar el terreno de lo “inmoral”, entendiendo por tal a los vicios, la violencia y la sexualidad, pero también las burlas a la autoridad, las blasfemias y cualquier tipo de morbo. Si bien la historia del Código Hays comienza con su redacción en 1930, no fue hasta 1934 que se implementó.

El clásico de Frank Capra “Sucedió una noche” (1934) fue una de las últimas comedias estrenadas antes de la entrada en vigencia de la censura. Una de sus escenas más recordadas, en la que la protagonista se levanta la falda y muestra las piernas para intentar detener algún coche, no hubiera sido posible:

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La escena de “Sucedió una noche” (1934) que el Código Hays no hubiera permitido.

Pero para entender hasta qué punto los directores debían autocensurarse, nada como leer algunas de las normas del Código Hays.

LOS CRÍMENES

El propósito de estas reglas era no dar ideas erróneas al espectador:

  • - Las técnicas del robo, de la perforación de cajas fuertes y el dinamitado de trenes, minas y edificios, no deben ser detalladas.
  • - Fuera de las exigencias propias de la trama y de los personajes, no se dará lugar al alcohol en la vida norteamericana.
  • - La técnica del asesinato deberá ser presentada de manera que no suscite imitación.
  • - La venganza, en nuestros días, no será justificada.

Este último punto, sobre la venganza “en nuestros días”, permitía que, por ejemplo, sí se mostrara el tema en un género como el western. La violencia solo tenía cabida si sucedía en otra época.

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LA SEXUALIDAD

Las escenas íntimas estaban prohibidas, incluso si sucedían dentro del matrimonio. Cuando vemos esos besos falsos, la explicación es el Código Hays:

  • - No sé mostrarán besos ni abrazos de una lascividad excesiva, de poses o gestos sugestivos.
  • - Las escenas de pasión no deben ser introducidas en la trama salvo que sean indispensables.
  • - Un amor impuro nunca debe parecer atractivo o hermoso.
  • - Un amor impuro no debe parecer justo ni permitido.
  • - Las escenas de pasión deben ser tratadas sin olvidar qué es la naturaleza humana, y cuáles son las acciones habituales. Numerosas escenas no pueden ser presentadas sin despertar emociones peligrosas en los jóvenes, los retardados y los criminales.

Los triángulos amorosos, tan habituales al momento de contar historias, debían ser tratados como negativos o imposibles:

  • - El adulterio y todo comportamiento sexual ilícito, a veces necesarios para la intriga, no deben ser objeto de una demostración demasiado precisa, ni ser justificados o presentados bajo un aspecto atractivo.
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Por el Código Hays, Ilsa no podría haberse quedado con Rick “Casablanca” (1942), ya que ella estaba casada.

Si bien el Código Hays no hace referencia expresa a la homosexualidad, alcanza con leer sus postulados para darse cuenta que no era un tema posible.

Aunque no ligado directamente con la sexualidad, el baile también podía sufrir la censura:

  • - Todo menear de caderas y todo moviendo del bajo vientre deben ser vigilados estrictamente.

La habitación conyugal también estaba controlada por el Código Hays:

  • - Evitar dar demasiada importancia a la cama. Es preferible que las parejas casadas duerman en camas separadas. Si es imposible evitar la cama común, no se permitirá bajo ningún concepto mostrar a la pareja en la cama al mismo tiempo.

EL VESTUARIO

Mucho más sorprendentes resultan hoy las normas en cuanto al vestuario:

  • - Los órganos genitales del hombre no se deben delatar bajo un ropaje de bolsas o de pliegues sugestivos. Si un tema histórico exige un pantalón ajustado, la forma característica de los órganos genitales debe ser suprimida en la medida de lo posible.
  • - Los órganos genitales de la mujer no deben delatarse bajo un tul, ni en sombras ni como un surco. Toda alusión al sistema capilar, incluidas las axilas, está prohibida.
  • - Las exhibiciones están prohibidas. El ombligo también.
  • - Las escenas de quitarse las ropas deben evitarse si no son indispensables para la trama. En lo sucesivo queda prohibido mostrar a las mujeres quitándose las medias. Nunca un hombre deberá quitar las medias a una mujer. No está permitido para los hombres quitarse el pantalón.

Ni medias, ni ombligos ni axilas. Resta decir que ningún tipo de desnudo estaba permitido, ni siquiera uno sugerido: “Esta prohibición alcanza al desnudo de hecho, al desnudo en siluetas y a toda visión licenciosa de una persona desnuda a la vista de otros personajes del film”

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Al igual que la violencia, esto se acotaba al retrato de la (decente) sociedad estadounidense de entonces: “Se ha decidido que las medidas tomadas (…) no se deben interpretar de manera que se excluyan escenas auténticamente fotografiadas en países extranjeros que muestran la vida indígena en ese país.”

TEMAS PROHIBIDOS

Las tramas también debían evitar mostrar ciertas cuestiones que hoy en día son moneda corriente. Algunos ejemplos: el estrangulamiento, el ahorcamiento o la electrocución como castigos legales del crimen. Tampoco “la venta de mujeres o una mujer vendiendo su virtud” ni las operaciones quirúrgicas. “Las heridas deben mostrar un mínimo estricto de sangre, incluso en los films de guerra”, rezaba el código.

El fin del Código Hays

Hacia la década del ’50, la censura del Código Hays comenzó a resquebrajarse. “La mayor parte de nuestra producción tiene poca y verdadera sustancia, si es que tiene alguna. Nuestro temor a lo que harán los censores nos impide describir la vida tal cual es en realidad”, declaraba en 1949 Samuel Goldwyn, cofundador de la MGM.

Varios factores propiciaron el cambio. Además de la molestia general de muchos productores, los directores tuvieron mucho que ver. Es el caso de Otto Preminger, quien recurrió a la justicia para poder estrenar sin cortes sus películas “La luna azul” (1953), que hablaba abiertamente de la virginidad; “El hombre del brazo de oro” (1955), sobre un adicto a la heroína; y “Anatomía de un asesinato” (1959), en la que una violación es parte fundamental de la trama.

Otros como Alfred Hitchcock, se las ingeniaban para burlarse de las normas, pero sin romperlas del todo. Un famoso ejemplo de esto es la escena entre Ingrid Bergman y Cary Grant en “Tuyo es mi corazón” (1946) en la cual ningún beso dura más de 3 segundos (otra pauta del Código Hays) pero Hitchcock logra hacer una escena bastante sensual, incluyendo pausas entre cada beso.

 

La llegada de la televisión y de películas europeas sin censura también comenzaron a ser una amenaza para esa industria cinematográfica estadounidense que, junto con los valores morales, se intentaba preservar.

El Código Hays fue revisado y modificado en 1956 y 1963. Aunque dejó de estar vigente de forma oficial en 1968, en la práctica ya había perdido relevancia.

En su lugar, la asociación de productores de Estados Unidos creó el sistema de calificación por edades que, aun con cambios, sigue vigente hasta hoy.

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