Pasar de ser una actriz secundaria casi desconocida a ser la protagonista de la saga de películas más famosa del cine suena genial, pero no significa que sea fácil, al menos según recientes declaraciones de Daisy Ridley, quien interpreta a Rey en “Star Wars”.

La actriz tenía 22 años cuando fue elegida para el trabajo más importante de su carrera, pero durante el rodaje de “Star Wars: Episodio VII – El despertar de la fuerza” lo pasó realmente mal, según confesó en el podcast “Happy Sad Confused”.

“Fue horrible, realmente aterrador. Me sentía enferma y no conocía a nadie aun. Me cuesta mucho entablar relación con las personas”, explicó Ridley.

Y agregó: “Recuerdo estar rodeada de muchísima gente, mientras que una persona me sostenía un paraguas. Solo podía pensar en que alguien me estaba sosteniendo el paraguas, a mí. Solo podía pensar que eso no estaba bien, que no podía hacerlo”.

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Sus primeros días de rodaje fueron duros, pero el repentino salto a la fama también. En declaraciones que hizo en 2017 a The Telegraph, ya había revelado que no le fue nada fácil acostumbrarse a la popularidad y que acabó asistiendo a terapia.

“Todo fue muy confuso. La gente me reconocía y aún sigo sin saber cómo lidiar con ello. La piel se me ponía fatal por los nervios. Estaba devastada. Me sentía continuamente observada y cohibida”, había dicho años atrás.

Este año, Daisy Ridley interpretará a Rey por tercera vez en lo que será el cierre de la tercera trilogía, “Star Wars: Episodio IX – El ascenso de Skywalker”, a estrenarse el 19 de diciembre de 2019.

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