En el último tiempo, el nombre de Johnny Depp ha estado ligado a Amber Heard y el juicio más escandaloso que Hollywood recuerde. Pero su estatus de megaestrella, del actor de los personajes extraños y únicos fue un camino que logró construir a lo largo de 30 años, camino que se inició con “El joven manos de tijera” (1990), rol para el cual no parecía tener chance alguna.

Era finales de los ’80 y Depp era un actor de póster: bonito y con talento, pero sin oportunidades que le dejaran mostrar su verdadero potencial. Mientras trabajaba en la serie “Comando especial”, se sentía atrapado en un rol mediocre que no le permitiría avanzar.

Fue entonces que el guión de su vida se cruzó en el camino. Su representante le acercó la historia de lo que sería “El joven manos de tijeras” y pronto Depp supo que ese rol debía ser suyo. No la tenía fácil y lo sabía. Michael Jackson y Tom Cruise estaban entre los candidatos. Según detalla Infobae, Cruise dijo que aceptaría el papel “siempre y cuando al final al héroe le crezcan las manos y se vuelva lindo”. Eso no iba a pasar.

Depp y el director Tim Burton se encontraron en un bar y la conexión fue inmediata. Más tarde, el realizador de películas como “El gran pez” y “El extraño mundo de Jack” recordaría sobre aquel primer encuentro: “No podía dejar de mirarle el pelo mientras lo escuchaba. Entonces la verdad me golpeó como una maza de dos toneladas en el centro de la frente. Sus manos –el modo en que las movía en el aire y sin control, sus dedos golpeando, nerviosos, la superficie de la mesa– y esos ojos que parecían mirar todo desde ninguna parte y con una curiosidad devoradora. Este loco hipersensitivo era Edward Scissorhands”.

Había nacido una de las duplas creativas más interesantes y originales de las décadas siguientes, solo que Johhny Depp aun no lo sabía. Tras una espera a pura ansiedad, sonó el teléfono: “Johnny… Tú eres Edward Scissorhands”.

Johnny Depp y Tim Burton

“Colgué el teléfono y me repetí esas palabras para mí mismo. Una y otra vez. Y empecé a repetírselas a todo aquel con quien me cruzaba. No podía creerlo. Burton estaba dispuesto a arriesgarse. Ignorando al estudio –que quería una gran estrella–, Burton me había elegido a mí. Me convertí instantáneamente en una persona religiosa: estaba convencido de que una intervención divina había tenido lugar. Este papel no significaba para mí un avance en mi carrera. Este papel era libertad. Libertad para crear, experimentar, aprender y exorcizar algo que llevaba muy adentro mío”, contó el actor.

“El joven manos de tijera” fue un éxito de crítica y taquilla. Había nacido un clásico. Había nacido una estrella. La dupla Tim Burton-Johnny Depp, hasta ahora, volvió a unir fuerzas en otras ocho ocasiones, destacando películas como “Ed Wood” (1994), “Charlie y la fábrica de chocolate” (2005) y “Alicia en el país de las maravillas” (2010).

Antes de los escándalos, el juicio y los despidos, Depp llegó a ganar 75 millones de dólares por película. Un actor diferente que supo encontrar a un director diferente, arriesgado, con una visión creativa como pocos. Hoy, con tanta agua que ha pasado bajo el puente, una nueva colaboración podría hacerse realidad. Los rumores de una secuela de “Beetlejuice” (1988) sostienen que Depp podría ser parte del elenco. ¿Será?

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