• Miguel Osorio, ex Guía de Cine
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Shirley Temple, otrora estrella del cine infantil recordada por sus mejillas y una fuente de coraje y alegría a lo largo de la gran depresión, murió el lunes a los 85 años. “Tuvo una vida de destacados logros como actriz, diplomática, y lo más importante, como nuestra querida madre, abuela, bisabuela, y adorada esposa de cincuenta y cinco años”, decía el comunicado oficial de la familia.

Recordada por cintas como “La Pequeña Rebelde” y “Ricitos de Oro”, Shirley Temple inició su carrera en la actuación de forma muy prematura a los 3 años, obteniendo su primer contrato a los 5; se retiró tempranamente a los 21 años.

Pese a ello siguió en el centro de atención pública. Como republicana activa, se postuló, sin éxito, al congreso por California en 1967; fue nombrada embajadora de EE.UU. en Ghana bajo el mandato de Gerald Ford y como embajador en Checoslovaquia bajo George H. W. Bush. También participó en el directorio de -nada menos- que Walt Disney, entre otras empresas.

Durante cuatro años consecutivos (1934-37) el público la declaró su estrella de cine favorita. Después del estreno en Nueva York de “Baby Take a Bow”, el entonces presidente Roosevelt describió así a Shirley Temple: “Cuando el espíritu de la gente está bajo, más que en cualquier otro momento; no hay cosa más espléndida que, por tan sólo 15 centavos de dólar, un estadounidense pueda ir al cine y ver la cara sonriente de un bebé y olvidar sus problemas.”