Ninguna figura del cine se equipara a Marilyn Monroe. Su vida, convertida en leyenda, y su muerte, rodeada de mitos urbanos, hicieron de una actriz mucho más que eso. Fue considerada la mujer más bella y atractiva del mundo y aun hoy sigue generando fascinación.

Todo este glamour que representa no termina de ser opacado por una vida trágica y un final destinado a nunca aclararse. La soledad de una infancia cruel, el amor que le llegó, se fue y nunca le duró del todo.

En los papeles, Marilyn Monroe se casó tres veces. En 1942, y con solo 16 años, contrajo matrimonio con James Dougherty, un ex policía que dos años después debió ir a luchar en la Segunda Guerra Mundial. Cuando volvió, quien aun se llamaba Norma Jean, se había teñido el pelo de rubio y hacía trabajos como modelo.

Dougherty de ningún modo iba a tolerar que su esposa fuera otra cosa que ama de casa y en 1946 se divorciaron. Esto sirvió a su carrera: a los estudios no les convenía una actriz seductora casada, mucho menos con un hombre común. Ella nunca lo había amado, pero se aferró, escapando de la soledad.

El segundo matrimonio fue con el beisbolista Joe DiMaggio en 1954, luego de que él dejara a su esposa por la actriz. Esto sí les gustó a los productores: la mujer del momento, casada con un ídolo deportivo. El romance que las revistas querían. Se dice que él fue uno de los que realmente la cuidó, pero también que tenía celos enfermizos y que hasta la maltrató. El enlace duró nueve meses.

Marilyn Monroe y Joe DiMaggio

El tercer hombre de su vida fue el dramaturgo Arthur Miller. Él también se divorció de su mujer para casarse con Marilyn, en 1956, y fue su matrimonio más duradero. Se separaron en 1961. En el medio, amor y dolor. Monroe descubrió que él la engañaba. Al mismo tiempo, sufría por la pérdida de embarazados y la culpa que sentía la llevó a consumir pastillas y abusar del alcohol.

Hubo un cuarto matrimonio que, como tantas cosas en su vida, no está del todo confirmado. Habría sido en 1952, en México, con el guionista Robert Slatzer y solo él es testigo. Según relató, el enlace duró una semana y debieron separarse porque ella fue obligada por el estudio. La actriz nunca lo confirmó en público.

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Junto a Arthur Miller

En esa búsqueda del amor y la felicidad, fueron muchos los hombres que sucumbieron ante ella. Se dice que tuvo romances con Charles Chaplin Jr., hijo del legendario cómico, y que este la dejó cuando la encontró siéndole infiel con su hermano, Sydney Chaplin. El actor Tony Curtis, su compañero en “Una Eva y dos Adanes”, también dijo haber tenido una aventura con Monroe.

Antes de conocer a Arthur Miller, mantuvo un romance con Elia Kazan, director de “Un tranvía llamado deseo”, y más tarde con su protagonista, Marlon Brando. Sin embargo, la relación entre Marilyn y Brando fue, ante todo, una amistad.

Otra mega-estrella vinculada a la actriz fue Frank Sinatra. Según el FBI, ella participaba de encuentros íntimos con el cantante de “My way” y el músico Sammy Davis Jr, además de los hermanos Bobby y John F. Kennedy. Dice una de las tantas teorías en torno a su muerte que Bobby fue quien la mató, para que no hablara del romance que mantenía con ambos hermanos Kennedy.

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