El director de cine Alan Parker ha muerto este viernes 31 de julio a los 76 años, tras padecer una larga enfermedad. La noticia fue informada por su familia a través de un comunicado de prensa.

Alan Parker

Nacido en Inglaterra en 1944, Alan Parker fue un director audaz que creó clásicos del cine y no temió contar las historias más diversas en los géneros más variados, aunque sin dudas fue en el universo del musical donde logró filmar sus títulos más recordados.

Su debut en cine fue una primera muestra de su libertad creativa. En 1976 estrenó “Bugsy Malone”, un musical sobre gangsters, donde los mafiosos eran interpretados por niños. Jodie Foster, de 13 años, fue parte de aquel elenco y tanto ella como la película obtuvieron nominaciones a los premios más importantes del cine.

Jodie Foster en “Bugsy Malone” (1976)

En 1978, llegó a los cines otra de las películas más famosas de Alan Parker: “Expreso de medianoche”. Con guion de Oliver Stone, contaba la historia de un joven sometido a torturas en una cárcel turca tras ser arrestado por tenencia de drogas. El film obtuvo seis nominaciones al Óscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director, ganando dos (Guión y Banda Sonora).

“Expreso de medianoche” (1978)

La buena racha no acabaría. Su siguiente película se convirtió en uno de los más grandes clásicos del cine musical: “Fama”. Más nominaciones al Óscar, una canción pegadiza que pasó a la historia y hasta una exitosa serie musical derivada de la película.

Tras estrenar en 1981 el melodrama “Después del amor”, Alan Parker volvió al musical, pero esta vez con un enfoque diferente. Lejos del glitter de “Fama”, el director exploró el lado más oscuro creando un clásico de culto: “The Wall”, la película musical basada en el álbum homónimo de Pink Floyd. Un experimento visual perturbador, cargado de violencia y metáforas.

Sus siguientes películas dejaron atrás el género musical. Menos recordadas pero no por eso menos premiadas, en los ’80 estrenó el drama “Birdy” (1984) y los thrillers “El corazón del ángel” (1987) y “Mississippi Burning” (1988). Luego siguieron títulos como “Bienvenidos al paraíso” (1990), el musical “Los Commitments” y la comedia “El balneario de Battle Creek” (1994).

Fue en 1996 cuando Alan Parker volvió a filmar otro clásico musical que no estaría exento de polémica. Su versión cinematográfica del musical “Evita” de Andrew Lloyd Weber unión a Madonna como la ex primera dama argentina y a Antonio Banderas como “El Che”, un personaje que cuenta la historia de Eva Duarte de Perón.

“You must love me” fue escrita especialmente para la película y se llevó el Globo de Oro y el Óscar a Mejor Canción:

Su siguiente proyecto fue una sencilla película dramática, “Las cenizas de Ángela” (1999) y en 2003 estrenó su última película: “La vida de David Gale”, una lúcida reflexión sobre la pena de muerte, protagonizada por Kevin Spacey y Laura Linney.

Sobre su carrera en Hollywood siendo británico, Alan Parker dio sus razones con palabras que pueden resumir la diversidad de su obra: “En Europa, por tradición, se hacen películas más inteligentes y serias, aunque el público que las ve es bastante menos numeroso. A mí me gusta hacer filmes con integridad y creatividad intelectual, pero para un público mayoritario. Esa es una de las razones por las que mi carrera cinematográfica se ha desarrollado en Estados Unidos. Siempre me ha fascinado la magnificencia de Hollywood, su diversidad y hasta sus imperfecciones”.