• Miguel Osorio, ex Guía de Cine
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Estrenada hace menos de un mes, “Operación Monumento” (de titulo original “The Monuments Men”) pasa desapercibida entre tanto estreno post verano que busca capitalizar, en una fecha en la cual muchos vuelven a la normalidad del trabajo y los estudios.

Basada en una historia real, “Operación Monumento” nos cuenta la historia de una unidad especial del ejército aliado, creada casi al final de la II Guerra Mundial y que buscó resguardar la historia e integridad de miles de obras de arte europeas. Producida, dirigida  y coescrita por George Clooney, este último se basó en el libro “The monuments men: allied heroes, nazi thieves and the greatest treasure hunt in history” de Robert M. Edsel para traernos una historia cargada de emotividad, reflexiones existenciales y un humor simple que sirve para suavizar el horror de la guerra.

Clooney actúa también y encarna al soldado Frank Stokes, lo acompañan actores de peso como Bill Murray, Cate Blanchett, John Goodman, Jean Dujardin, Matt Damon, Hugh Bonneville (“Downton Abbey”) y Bob Balaban (“Moonrise Kingdom”). Nombres de peso para una cinta ambivalente, que viaja del humor a la pena como nada y que si no fuera por el talento de ellos naufragaría en un mar carente de un tono específico.

Esto último es el talón de Aquiles de la película, Clooney no logra mostrar una línea o intención clara en el relato y las transiciones entre escenas a veces se muestran forzadas restando puntos a un producto que podría haber quedado a la altura. Pese a todo, el trabajo técnico es notable y logra armar escenas en las cuales la destrucción (no solo de ciudades) sobrecoge e impacta, la banda sonora del compositor Alexandre Desplat coopera mucho y tapa a rato los baches; todo junto a un trabajo notable de los actores del elenco, destacando a Dujardin, Murray y Balaban en –quizás- los papeles “satélites” claves, logrando transmitir las penas y alegrías de sus triunfos y derrotas.

¿Vale la pena ir a verla? Por supuesto, pese a los errores y fallas (algunas notables) no se arrepentirá, la cinta funciona y te dejará con la sensación de que alguien se esforzó en transmitir un mensaje de fondo, que de una u otra forma te marcará.

“Si destruyes toda una generación de cultura, es como si nunca hubiera existido.”

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