Quentin Tarantino, además de ser uno de los directores de cine más importantes de las últimas décadas, es considerado uno de los mejores dialoguistas. Guionista, ante todo, el hombre se ganó un merecido lugar en Hollywood.

Sin embargo, al comenzar a interesarse por el cine, no tuvo el apoyo esperado. En este sentido, el realizador de “Bastardos sin gloria”, se refirió a la tensa relación que mantiene con Connie Zastoupil, su madre.

En diálogo con Brian Koppelman del podcast ‘The Moment’, Tarantino contó que su madre veía que su dedicación a escribir estaba afectando su desempeño escolar. Pero su actitud estuvo lejos de ser amorosa.

“Ella se estaba quejando por eso, [...] una vez, en medio de su pequeña diatriba me dijo: ‘Ah, y por cierto, esa pequeña ‘carrera de guionista’ -haciendo las comillas con los dedos y todo- ¿Esa pequeña ‘carrera de guionista’ que estás haciendo? ¡Esa mierda se acabó!’”, relató Tarantino.

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“Cuando me lo dijo de esa manera sarcástica, yo le respondí: ‘Está bien, señora, cuando me convierta en un escritor exitoso, nunca obtendrá ni un centavo de mi éxito. No habrá casa para ti. No habrá vacaciones para ti, ni Elvis Cadillac para mamá. No recibirás nada. Porque dijiste eso’”, detalló el director.

Y cumplió con su promesa. A sus 58 años, el realizador asegura que solo una vez la ayudó con un problema de impuestos, pero nunca le dio lujos: “Pero sin casa, sin Cadillac”.

“Hay consecuencias por lo que uno les dice a sus hijos. Recuerda que hay repercusiones por su tono sarcástico sobre lo que es significativo para ellos”, concluyó sobre las razones por las que su madre no verá un dólar de su fortuna.

Quentin Tarantino ha sido nominado al Óscar como guionista en cuatro oportunidades, ganando dos veces por “Pulp Fiction” (1994) y “Django sin cadenas” (2012).

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