Netflix puede ser adictivo: cualquiera que haya visto alguna serie atrapante lo sabe. Sin embargo, el cómo y el cuándo puede ser un auténtico problema viendo el caso de Chase Robinson, una ex empleada de Robert De Niro, que acaba de ser demandada por el actor tras una maratón de episodios de “Friends”.

No es que el ganador del Óscar tenga algo en contra de Rachel, Ross y compañía, sino que la mujer en cuestión habría descuidado por completo su trabajo. Ahora se la acusa de ver 55 episodios de “Friends” en cuatro días, en horarios en los que debía estar trabajando.

Robinson era vicepresidenta de producción y finanzas en la compañía productora de cine propiedad de De Niro. Parece que nadie creyó que su tiempo en Netflix fuera para aportar ideas y ahora está siendo demandada por 6 millones de dólares. La acusación es simple, pero no menos sorprendente: perder el tiempo en horario laboral.

“Ver programas en Netflix no era de ninguna manera parte o estaba relacionado con los deberes y responsabilidades de Robinson. Lo hacía por entretenimiento personal, diversión y placer en momentos en que le pagaban por trabajar”, reza la demanda, en la que además se aclara que la mujer, junto con ver más de dos temporadas completas de “Friends”, vio 20 episodios de “Arrested Development” y unos 10 de “Schitt’s Creek”.

¿Solo pérdida de tiempo? Que el tiempo es oro no está en discusión, pero la demanda no deja de sonar algo exagerada. En realidad, las maratones de series no serían el único punto de conflicto. La compañía de Robert De Niro también la acusa de gastar más de 20.000 dólares en restaurantes y alrededor de 32.000 dólares en taxis.

Estas últimas cifras parecen dar una mejor explicación del conflicto, aunque las horas viendo series también son parte de la acusación. ¿Prosperará?

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