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Rock Hudson con SIDA: El día que el máximo galán del cine sacudió al mundo

El actor estadounidense fue el primer famoso en morir a causa del SIDA. Su caso puso al mundo a hablar de temas que por entonces se mantenían en secreto.

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Eran otros tiempos, era otro Hollywood. Y no es que en el mundo de las celebridades actual no haya secretos, pero son otros. Hace apenas unos meses, Charlie Sheen confesó que padece HIV y la sorpresa ante la noticia duró unos días: la idea sobre la enfermedad es otra. Pero distinta era la historia décadas atrás.

Rock Hudson era el Galán favorito, así, con mayúscula, allá por los años ’50. Las mujeres acudían a las salas para ver al hombre que las enamoraba desde la gran pantalla, en los melodramas de Douglas Sirk y en las famosas comedias que protagonizó junto a Doris Day en los ’60.

Rock Hudson SIDA

Rock Hudson con SIDA. La noticia impactó a toda la industria del cine y a los millones de fans del conocido actor.

Pero había algo más. Había un secreto que nadie podía saber, una realidad que debía quedar oculta. El gran galán era homosexual. Los estudios, más que nadie, necesitaban mantener aquello en las sombras por temor a perder ese público cautivo que veía en Hudson al hombre de sus sueños.

Para destruir los rumores, en 1955 se arregló el matrimonio del actor con su secretaria, Phillys Gates, quien recién dos años más tarde descubrió la verdadera orientación sexual de su esposo. En 1959 se divorciaron.

Que la homosexualidad de Rock Hudson haya sido un tabú, fue casi un detalle. La verdadera conmoción llegaría años más tarde. El galán, uno de los nombres más grandes que ha dado Hollywood, tenía HIV, diagnosticado en 1984. La enfermedad, que por entonces se asociaba con los hombres gays, estaba afectando al emblema de la masculinidad cinematográfica.

Rock Hudson SIDA

La gente podía hablar, pero había algo que preocupaba más a Hudson: su salud. No solo padecía SIDA, sino también cáncer de hígado. Viajó a París para someterse a un tratamiento pionero que no estaba disponible en Estados Unidos y ese 30 de julio de 1985 el mundo lo supo: el desmejorado aspecto de Rock Hudson se debía al SIDA. “No estoy feliz por tener SIDA, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo”, dijo el actor.

El prejuicio ajeno jugó en su contra. Antes de poder probar el nuevo paliativo, Rock Hudson se descompensó en el Hotel Ritz y lo llevaron a un hospital americano de la capital francesa, pero las autoridades se negaron a admitirlo por no ser ciudadano francés. En febrero de 2016, BuzzFeed reveló nueva información sobre lo sucedido horas más tarde: la representante de Hudson llamó a la Casa Blanca para que los Reagan, en teoría grandes amigos del actor, intercedieran en el asunto y Hudson pudiera ser tratado. Nancy Reagan se negó a ayudar.

Rock Hudson SIDA

Rock Hudson con los Reagan.

Mientras, la paranoia invadía Hollywood: las actrices no querían besar a los galanes porque ni siquiera sabían cómo se contagiaba. La industria consideró hacer un censo de homosexuales. Y solo fue hace 30 años.

El 2 de octubre de 1985, Rock Hudson falleció en su casa de Beverly Hills a los 59 años. Pesaba solo 50 kilos. La muerte del actor en manos del SIDA fue un verdadero shock. No solo había fallecido una gran estrella, con él también se había caído a pedazos una mentira que le habían obligado a sostener. El SIDA se cobraba su primera víctima famosa, poniendo en boca de todos aquello que tanto se había intentado callar.

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