Era 1999 y los pétalos de rosas sobre el cuerpo desnudo de Mena Suvari crearon una de las imágenes más inconfundibles y recordadas del cine. Pétalos aquí y allá, mientras en la calle una bolsa bailaba al ritmo del viento. Pura belleza para hablar de la basura oculta debajo de la alfombra. El sueño americano fue destrozado gracias a la incorrecta y necesaria película “American Beauty” de Sam Mendes.

DreamWorks

El film ganó cuanto premio se interpuso en su camino y se convirtió en un verdadero clásico moderno. Kevin Spacey dio, en esta película, una de las mejores actuaciones de su carrera, Óscar incluido.

Hace unos días, Sam Mendes asistió al Hay Festival y comentó algunos detalles del rodaje de “Belleza americana” que causaron sorpresa. Es que el director dio a entender que, durante una escena, Kevin Spacey estaba drogado.

“Hay una escena en ‘Belleza Americana’ en la que los personajes de Spacey y Wes Bentley se están drogando afuera de una convención de bienes raíces. Pudo haber habido o no verdadera marihuana esa noche. No podría decirles”, dijo entre risas Mendes, en referencia a esta secuencia:

El realizador británico también comentó que las primeras escenas que se filmaron fueron muy malas y parecían caricaturas, pero luego todo mejoró. “Kevin es una persona muy cuidadosa e increíblemente planificada, pero estaba interpretando un papel de un hombre fuera de control cuyo pensamiento está desbocado”, explicó.

“Llegó un momento en el que Kevin logró reírse como tonto, tal como uno podría imaginar que iba a suceder”, agregó Mendes, confirmando que el talentoso actor no estaba simulando que fumaba marihuana.

“No podía evitar reírse de la nada y sus ojos miraban fuera de cámara muy rápido porque me buscaba esperando que le dijera ‘no rías como idiota, no es lo que quiero ver’, pero yo le dije que siguiera porque pensé que era mágico. Hay muchas ocasiones como esas en las que suceden pequeños accidentes y simplemente digo ‘sigan así’”, concluyó Mendes.