Los rodajes implican todo tipo de desafíos para los actores y el equipo, que van desde lo técnico hasta lo creativo. Aunque las grandes producciones suelen tener todo bajo control, siempre algo puede fallar

La Nación hizo un compilado de cinco momentos de terror que se vivieron en los sets de filmación por las razones más diversas: desde accidentes hasta hechos policiales. Revisa las dramáticas experiencias de estos actores en rodajes de famosas películas.

El águila de la legión perdida (2011)

Un año antes de su famoso protagónico en “Magic Mike”, Channing Tatum sufrió un accidente durante el rodaje de “El águila de la legión perdida”. La película se filmó en Escocia y había muy bajas temperaturas, al punto que la producción debió tomar medidas para que el elenco no sufriera hipotermia.

Una de estas medidas era arrojar agua caliente en los pantalones. Pero “caliente” e “hirviendo” no es lo mismo. Tatum recordó el episodio en una entrevista con Howard Stern, quien le consultó por lo que pasó: “Tengo entendido que te estabas congelando y que alguien te dio una taza con agua caliente pero que uses, pero que no te advirtió que estaba hirviendo”.

El actor lo confirmó y relató su reacción: “Empecé a hiperventilar y a gritar”. Pese a lo sucedido, no culpó al asistente: “Pobre hombre, estuvo 13 horas subiendo y bajando de una colina con una enorme botella de agua que se hervía en otro lugar para mantenerme caliente todo el día”.

Por este accidente se quemó las partes íntimas y, explica, entró en pánico: “¿Viste cuando te quemas el dedo y no te deja de arder? Bueno, me pasó lo mismo, pero por media hora, y empecé a tener un ataque de pánico, fue lo peor que me pasó”.

Terror en Amityville (2005)

Cuando se revelan anécdotas escabrosas de películas de terror, suele sospecharse que sea una estrategia de promoción, pero efectivamente hubo un hecho policial que sucedió durante el rodaje.

Melissa George, una de las protagonistas, contó a Radio Free Entertainment lo que pasó: “Estábamos filmando en el cobertizo para botes y vino la policía. Estaban en el agua allí, y dijeron que encontraron un cadáver que había flotado a la superficie. Estábamos como, ‘¡Impresionante! ¡Eso hace que todo sea mucho más cómodo en esta película!’”.

Ryan Reynolds, por su parte, aseguró que no la pasaron demasiado bien en la noche: “Muchas cosas raras pasaron en ese rodaje, muchos integrantes de la producción se despertaban siempre a las 3:15 sin explicación, a la misma hora en la que sucedieron esas atrocidades en la casa. Me parece que era algo inconsciente, uno leía el guion y súbitamente te despertabas a esa hora, supongo que tenía que ver con eso”.

Harry Potter y las reliquias de la muerte (2010)

David Holmes trabajaba como doble de riesgo de Daniel Radcliffe cuando, mientras ensayaba una acrobacia, cayó mal y se quebró el cuello. El hombre no sentía las piernas y luego le confirmaron lo peor: quedó paralizado del cuello para abajo.

Pese al terrible accidente que le cambió la vida, logró salir adelante y hoy hace un exitoso podcast. Además, comentó que sigue en contacto con Radcliffe y que el actor lo ayudó a recaudar dinero para afrontar los gastos médicos.

Sobre lo que le pasó y lo que implica el trabajo de doble de riesgo, reflexionó: “No deberías ir a trabajar a menos que estés dispuesto a esperar que exista la posibilidad de que no vaya bien, y es posible que no tengas una segunda toma. Yo pagué el precio final por hacer lo que amo, pero siempre diré: ‘Era un especialista en el tema, fui a trabajar, asumí ese riesgo, tomé ese dinero’”.

Nada es lo que parece (2013)

Interpretando a una ilusionista, Isla Fisher parecía estar dando una asombrosa actuación encerrada en un tanque de agua. Pero no era ficción: realmente se estaba ahogando tras quedar enganchada a una cadena que debía romperse.

“Tuve una experiencia cercana a la muerte (…). Quedé atrapada en el agua. Me empecé a asustar mucho y a pedir que me sacaran de ahí, pero todos creyeron que era Meryl Streep cuando en realidad me estaba ahogando”, relató a On Demand Entertainment.

“Lo único en lo que podía pensar en ese momento era en mi cuerpo, en mi propia autopsia, y si bien habíamos repasado muchas veces los protocolos de seguridad, nunca pensamos en una señal o ‘safe word’ en caso de que la necesitara”, explicó.

Buenos muchachos (1990)

Michael Imperioli tuvo la oportunidad de formar parte de este clásico del cine, cuando recién comenzaba su carrera. En una de las escenas, estaba pautado que, mientras sostenía un vaso, fuera asesinado. Todo estaba coreografiado, pero el error fue que, en vez de darle un vaso de utilería, le dieron uno de vidrio.

En diálogo con el escritor Glenn Kenny para el libro “Made Men: The Story of Goodfellas”, el actor relató que al caer, el vaso le provocó un profundo corte en la mano. Al llegar a emergencias, la cosa se volvió tragicómica, ya que tenía la camisa llena de sangre falsa.

“Pensaron que tenía verdaderos agujeros en mi pecho y yo intentaba explicarles que no era así y que necesitaba que me miraran la mano. Les decía: ‘Estoy en una película, me acabo de cortar en otra parte’, pero no me creyeron, y tuve que esperar a que me trataran luego”.

En algunos casos, los accidentes terminaron de la peor manera: Muertes en rodajes de películas: Escenas que terminaron en tragedia