La 69° edición del Festival de Cannes arrancó con polémica. Mientras Woody Allen presentó su nuevo film “Cafe Society” junto a Kristen Stewart y Blake Lively, su hijo Ronan Farrow publicó una carta en The Hollywood Reporter que vuelve a poner en el candelero las acusaciones de abuso sexual de su hermana Dylan contra su padre adoptivo.

En la carta, Ronan habla desde su experiencia periodística sobre cómo los medios evitan tocar ciertos temas, poniendo como ejemplo algo que le pasó a él y que lo avergüenza. Cuando tuvo que entrevistar al biógrafo de Bill Cosby, que había publicado un libro sobre el cómico sin decir palabra sobre las denuncias de abuso sexual, su productor le dijo: “Son acusaciones. No están en los titulares. No hay obligación de mencionarlas”.

Ronan Farrow cita este caso para denunciar la complicidad de la prensa y publicistas para intentar ocultar las acusaciones de abuso sexual de su hermana contra Allen.

Acusación de abuso sexual

Según Mia Farrow, en 1992, su hija Dylan de 7 años le dijo que Allen había abusado sexualmente de ella. Por entonces la denuncia fue desestimada por falta de pruebas, pero se le prohibió al director acercarse a su hija adoptiva. En 2014, Dylan volvió a denunciar al director, esta vez mediante una carta en The New York Times. Woody Allen rechazó las acusaciones.

Woody Allen con Ronan en brazos y Mia Farrow con la pequeña Dylan / Infobae

Dice Ronan Farrow en su carta publicada el jueves 12 de mayo: “Cuando mi hermana decidió romper el silencio, había ido a múltiples diarios, pero la mayoría no iba a hablar de su historia. (…) Había muchas relaciones en juego. Cuando finalmente The New York Times publicó la historia de mi hermana en 2014, le dieron 936 palabras online, en un artículo con cuidadosas advertencias. Nicholas Kristof, el reportero ganador del Premio Pulitzer y abogado de víctimas de abuso sexual, la publicó en su blog.”

Luego agrega: “Poco después, el Times dio a su presunto atacante (Woody Allen) el doble de espacio y una posición privilegiada en la edición impresa, sin salvedades o aclaraciones que lo rodeara. Fue un crudo recordatorio de lo diferente que nuestra prensa trata a acusadores vulnerables y a los hombres poderosos que están acusados.”

Ronan Farrow también confiesa que él mismo sucumbió a la presión de la industria, por temor a que tomaran represalias contra él: “Inicialmente, rogué a mi hermana no hacer público nuevamente el caso y que evitara hablar con reporteros. Estoy avergonzado de eso, también.”

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“Le creo a mi hermana. Esto fue siempre así, como su hermano confío en ella, y en que a sus 5 años fue molestada por la extraña conducta de nuestro padre, quien subía a su cama en el medio de la noche, forzándola a que le chupe el dedo. Un comportamiento que lo forzó a ir a terapia, enfocado en su conducta inapropiada con niños, antes de las acusaciones. Pero lo más importante es que me acerqué al caso como abogado y periodista, y encontré sus alegaciones creíbles. Los hechos son persuasivos y bien documentados”, afirmó Ronan en la carta.

El hijo adoptivo de Woody Allen y Mia Farrow también comentó que su hermana se siente mal cuando ve a sus actores favoritos trabajar con su padre y arriesgó que en la conferencia de prensa del Festival de Cannes, nadie le preguntará nada a Allen con respecto a las acusaciones de su hija.

La vida personal del legendario director vuelve así a estar otra vez en boca de todos, con acusaciones cruzadas y una verdad que solo ellos conocen y, quizás, algún día se sepa.