¿Quieres vivir más momentos de felicidad en tu día a día? Existen diferentes caminos que pueden acercarte a ella como, por ejemplo, la gratitud, la amabilidad y la libertad interior. Te damos siete consejos para practicar el agradecimiento, el optimismo y la calma.

1. Cuando analizas la realidad desde la queja o la carencia, te centras en aquello que te falta o que echas de menos. Sin embargo, más allá de los límites, puedes conectar con la abundancia desde otras perspectivas. ¿En qué momentos te sientes pleno a nivel interno? Agradece el valor de esos instantes que puedes volver a recordar en el futuro.

2. La amistad, el amor, la familia, la vida, la rutina y el presente no necesitan ser perfectos para ser auténticos. Es decir, más allá de cualquier imperfección, puedes encontrar otras muchas razones para dar las gracias de forma consciente.

3. Confía y cree: en ti mismo, en quienes te rodean, en la vida y en las oportunidades que pueden llegar a tu camino.

4. ¿Cuál es tu momento preferido del día? Disfrútalo sin dar por supuesto que mañana volverá a repetirse.

5. Vive con más frecuencia el sentido de la palabra gracias en todos los ámbitos de tu rutina. Crea un mantra para practicar el valor de la gratitud de forma sincera.

6. Comparte con otras personas aquellos motivos por los que te sientes agradecido, ilusionado y alegre.

7. En algún momento de tu vida fuiste un niño que se sorprendió ante la belleza de lo real. Pues bien, en la etapa adulta también puedes redescubrir el mundo que te rodea y abrazar a tu niño interior.

¿Qué personas de tu entorno te inspiran con sus acciones y comportamientos? ¿Qué referentes son un modelo a seguir desde tu punto de vista cuando analizas aquellas lecciones de vida que se alinean con  la gratitud y la alegría? Puedes seguir el ejemplo de personas a las que admiras por sus valores.

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