• Sebastián Salinas, ex Guía de Colo Colo
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Estimado Macnelly Torres:

Foto: El Mercurio

Macnelly tienes una gran técnica, pero sueles caer en profundas lagunas.

En primer lugar, te envío un saludo y apoyo en este momento que te toca vivir como suplente en Colo Colo. Es difícil imaginarse que tú, el gran precio que pagó el Cacique hace algunos años, todavía genere dudas respecto a su nivel de juego. Pero el fútbol es así.

Parto de la base de decir que creo que eres un muy buen jugador de fútbol. Que tienes una visión y pegada privilegiada, que cuando estás conectado en el partido eres el hombre diferente y que marca diferencias, que tienes las condiciones que uno se explica con tu llegada a la Selección Colombia (como le dicen en tu patria) y lo que se pagó por tu pase.

Pero…

Lamentablemente, sueles caer en lagunas en varios partidos y en vez de aportar te conviertes en un número más dentro de la cancha. Da la impresión que necesitas estar muy cómodo para rendir todo lo que puedes, cuestión que no siempre es así por los avatares lógicos de un deporte como el fútbol. Puede ser que echas de menos tu tierra más cálida en temperatura y trato, que de verdad deseabas partir al extranjero, que no te has podido complementar del todo con la velocidad y tipo de juego de Lucas Wilchez, pero al final quiero decirte una cosa: todo depende de ti.

De seguro has escuchado de Francisco “Chamaco” Valdés, gran jugador de fútbol y símbolo de Colo Colo fallecido el año pasado. Pues bien, cuentan que “Chamaco” siempre mostró condiciones. Que la técnica y el talento era algo que tuvo desde su debut en 1961, pero que siempre le faltó algo: hambre y jugar todos los partidos al 100%. Por eso, siempre lo tildaron de lagunero, que se dejaba marcar fácil… hasta de “arrugón” en alguna ocasión.

Todas esas críticas las tapó con su rendimiento en los años 1972 y 1973, volviéndose sin discusión el mejor jugador del fútbol chileno. Luis Álamos, que le había criticado todo eso, trabajó con él y en esos años se vio un “Chamaco” Valdés activo, que no se dejaba marcar tan fácil, que corría mucho más que antes, más punzante y decisivo, más jugador de equipo que jugador individual. Cuando entendió que al talento hay que ponerle esa “garra” necesaria, y que tanto pide el hincha de un equipo como Colo Colo, acalló las críticas. Es decir, la leyenda de “Chamaco” recién quedó grabada con letras de oro once años después de su debut. Antes, se hablaba de él como “eterna promesa”.

¿Por qué me acuerdo de esto? Porque creo que si usted, señor Torres, se da cuenta que también depende de uno el servir bien al equipo, si se pone todo el ahínco en aquello, tengo la esperanza que se convierta en el conductor que Colo Colo necesita, jugando o no junto a Jorquera o Wilchez.

Foto: El Mercurio

Como recuerdo de tu gran partido frente a Cobreloa, te dejo esta imagen de recuerdo.

A inicios de año, cuando todavía el técnico era Hugo Tocalli, pensé que este era por fin tu año: te vi más activo, no tan estático (antes, te quedabas casi estacionado hacia la franja izquierda), movedizo e incluso colaborando en ocasiones en labores de marca (no tirándote al suelo, pero sí estorbando con su presencia o ubicándose de forma inteligente). Así, en el partido por la primera rueda contra Cobreloa debe ser lejos el partido más completo que te he visto con la blanca en el pecho: inteligente, colaborando de forma táctica, buenos pases y un gol final.

Ahora viene la pregunta de siempre: ¿por qué no juegas siempre así, Macnelly? ¿Por qué a veces desapareces, entras en lagunas y caminas en la cancha cuando el equipo exige correr?

Hoy te toca ver el partido desde la tribuna, teniendo Colo Colo la deferencia de señalar que estás fuera por lesión, cuando es un secreto a voces que se trata por rendimiento. Pero si jugaras más encuentros como contra Cobreloa, nadie tendría dudas de tu capacidad.

Porque cuando “Magia” se prende, no lo agradece sólo Colo Colo: lo aplaude el fútbol entero.

Un abrazo.