• Gustavo Davila, ex guía de Colo Colo
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Ni el hincha más fanático, puede haber quedado conforme con lo realizado el Sábado por Colo Colo en Antofagasta. Y es que en la antesala del choque por la Libertadores con Atlético Mineiro, se esperaba que el equipo aplastara a los nortinos que, con todo el respeto que merecen, son en el papel mucho menos que los brasileños. No solamente, Colo Colo no aplastó a Antofagasta, sino que hubo momentos en que los “pumas” hicieron pasar apuros a los albos, donde a cinco minutos del final, se quedaron con las manos vacías, haciendo méritos para al menos, un empate.

Finalmente, Héctor Tapia, no cambió el esquema que venía utilizando, al menos desde el arranque, para propiciar los ingresos de Jaime Valdés y Julio Barroso. Pero si sorprendió al menos en la zaga, donde el daminificado fue Leonardo Cáceres, quién desde su debut había realizado un buen papel.

Empezó Colo Colo superando a Antofagasta en el juego, en los primeros minutos, pero pese a no tener muchos hombres de vocación ofensiva, Antofagasta respondió principalmente de la mano de Bolados y Martínez, que hicieron notar la falta de fútbol de Barroso y las dificultades de Christian Vilches, que, como lo comentamos antes, le cuesta mucho tomar el puesto de puntal en la zaga cuando su compañero está en apuros. La entrada de Cáceres en el segundo tiempo, generó el esperado cambio de sistema, donde se vio un Colo Colo más ordenado y con menos responsabilidades defensivas para Gonzalo Fierro y Jean Beausejour. Este último sobretodo, pasó muchas zozobras, cada vez que tuvo que bajar a la última línea.

El golazo de Valdés, abrió la senda del triunfo.

En el medio, Colo Colo disfrutó del regreso de Pajarito Valdés, quien se transformó en la figura del partido, con un golazo y siendo constante peligro para las huestes nortinas. Sin embargo, se notó la ausencia de Claudio Baeza, quien se encargaba de dar el equilibrio defensivo necesario al mediocampo. Por muchos pasajes, este sector fue solo un pasadizo, quedando muchas veces los defensores mano a mano, ante las constantes subidas de Valdés y Esteban Pavez.

La “disputa” de Emiliano Vecchio y Humberto Suazo por un puesto como enlace, merece un párrafo aparte. Suazo partió bien, sin embargo se fue quedando en lo que se puede esbozar como la principal crítica a su juego: la falta de velocidad que le imprime en los últimos metros. Vecchio, tal como en el partido anterior, entró con más ganas que futbol, pero desde ya muestra un mayor despliegue que “Chupete”, que puede quedarse fuera ante Atlético Mineiro.

La ofensiva fue prácticamente intrascendente, Esteban Paredes se generó muy pocas ocasiones, tanto con Suazo como con Vecchio surtiéndolo. Juan Delgado, fue un fantasma del gran juego que tuvo contra Barnechea y Felipe Flores nuevamente salvó el partido en los últimos minutos, como acostumbraba hace un tiempo. De todas formas, su juego no fue el mejor, pero, como siempre, demuestra que la autoconfianza puede a veces, ser más importante que el talento.

La celebración de Flores, a cinco minutos del final.

En resumen, un partido que le permitió a Tapia probar dos sistemas de juego diferentes, pero con el que debe haber quedado con muchas dudas, de cara a la Libertadores. A nivel local, este Colo Colo, gana por presencia y ya se mete de lleno a la lucha por el título.

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