• Sebastián Salinas, ex Guía de Colo Colo
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Había que esperar un milagro. Ganar a Universidad de Concepción en el Monumental y rezar para que Everton hiciera la gracia en San Carlos de Apoquindo. Pero no pasó y el título se lo llevó Universidad Católica. Ese domingo en Pedreros, a muchos se les vino a la mente la victoria sobre Santiago Morning en 1999, cuando Colo Colo debía dejarse perder para esperar un milagro y clasificar a liguilla pre Libertadores, pero en vez de eso se prefirió el honor.

Foto: El Mercurio

Si se confirma la partida de Millar, sería un duro golpe para el mediocampo albo.

Al final, lo sucedido puede ser muy bueno. Claro, no es chistoso perder un título que parecía en la palma de la mano, desperdiciar una cantidad de puntos de ventaja pocas veces vista en los últimos años y terminar con mal nivel de juego.

Tampoco es alentador pensar en que varios jugadores dejarán la institución (ya se habla de Rodrigo Millar en México, entre otros), pero esto puede ayudar a que de una vez por todas Colo Colo haga las cosas como corresponde.

En todos los torneos anteriores, y desde el año 2006, el Cacique salía campeón en diciembre. Los títulos que perdió fueron Aperturas, por lo que a finales de año por cuatro temporadas seguidas los abrazos estuvieron en nuestra camiseta. ¿Qué tiene que ver esto? Que con esos títulos se hacía más difícil la renovación, que ante ese panorama era complicado enviar a préstamos a jugadores que habían colaborado con una nueva estrella (excepto ciertos casos específicos, como el inentendible desprendimiento de Christian Muñoz pese a ser buen arquero o el comprensible paso de Daud Gazale, ambos a Huachipato, tras no rendir el 2009).

Entonces, los títulos tapaban errores y perpetuaban camarines.

Ahora, ya con la salida de Arturo Sanhueza en ciernes y las intenciones de partir de Rodrigo Meléndez, se viene en Colo Colo la chance de invertir bien, esperando que Diego Cagna haya aprendido de sus errores, como la decisión de entrenar poco en la semana para ir a ver a su familia a Buenos Aires. O se dedica al club o no, ya que eso terminó pasando la cuenta en el rendimiento físico de los jugadores.

Foto: El Mercurio

Prieto no da la seguridad necesaria en el arco del cacique.

¿Prioridades? Pese a lo volador que es en ocasiones, Francisco Prieto no da seguridad 100% en el pórtico, por lo que se hace necesario traer un arquero de categoría. Lo sucedido con Cereceda y la tozudez de insistir con Matías Quiroga dejaron en claro que laterales hacen falta, o bien darle oportunidades a la gente de inferiores.

Sin Meléndez, Sanhueza y Millar, el mediocampo queda totalmente huérfano en la parte defensiva. Se hace necesario un “6” que haga de patrón, ya que Luis Pavez todavía no muestra que puede ser alternativa real al respecto.

Y en delantera, un atacante que sea de peso. No nuevos Cámpora o Clara, que aparecían tarde, mal y nunca, sino hombres que hagan temblar a las defensas rivales siempre, esperando que el club no se desprenda de Paredes y Miralles en conjunto.

Revisando queda en claro la falta de línea futbolística de Colo Colo. No puede ser que el segundo equipo de Chile necesite a toda la columna central típica del fútbol, pero es una muestra para ir corrigiendo.

Y si no se aprende, ya es porque Cagna no entiende.