• Sebastián Salinas, ex Guía de Colo Colo
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Cayó redondito. No lo dijo de frente, pero cuando un periodista le puso la frase como pregunta, Hernán Levy, presidente de Blanco y Negro, no titubeó para señalar que el segundo semestre Colo Colo debía ser como un auto fórmula uno.

El asunto se torna muy complejo. La eliminación de play off del Apertura 2011 era algo que se veía venir desde mucho antes, con un equipo mal formado, mal preparado, con muy mal trabajo físico y sin línea futbolística. Ante eso, eran totalmente predecibles las salidas de algunos jugadores que no daban el ancho (el ejemplo con el que el hincha albo se ha ensañado ha sido Daúd Gazale), mientras que en otros puestos era obvio que los titulares estaban muy lejos del nivel que requiere un equipo como Colo Colo (y aquí, el nombre Nelson Cabrera cae por su propio peso).

Foto: El Mercurio

Vilches es el primer refuerzo que firma por Colo Colo para el segundo semestre.

Pero lo que ha complicado todo es que el mismo Américo Gallego se ha puesto la soga al cuello. Reclamando que el equipo no lo había formado él, dándose por eliminado incluso antes de jugar y escudándose en varios detalles, el “Tolo” lanzó una frase que hace que el hincha exija sin contrapeso este segundo semestre: “Voy a formar mi equipo para el próximo campeonato”.

¿Qué significa esto? Que si el “Tolo” Gallego no consigue algo, está todo para despedirlo de inmediato. Hasta ahora, si bien consiguió levantar en ocasiones a un equipo muy alicaído, lo único que el argentino ha cambiado en los albos ha sido la ubicación de la banca para presionar al guardalínea. Eso puede servir para ganar un partido, pero un campeonato se necesita mucho más.

Y en todo este lapso, el hincha de Colo Colo sólo ha hecho una cosa: esperar. Esperar que llegue gente de peso, esperar que el equipo se prepare bien, esperar que funciones el equipo, esperar que ahora sí se vea un estilo de juego y un rendimiento físico adecuado. Pero las cosas van mal y lento. Si el equipo blanco no ha ganado nada este año y debería asegurar participación para torneos del 2012, ¿por qué se ha tomado tan poco en serio la Copa Chile que entrega al ganador pasajes directos para la Copa Sudaméricana del próximo año?

Pocos refuerzos confirmados y muchos rumores. El primero anunciado oficialmente viene a mejorar la defensa, que ha sido un pasadizo. Christian Vilches González se ve como un buen refuerzo. Colo Colo lo quiso hace un par de años, cuando era figura en el Palestino que perdió la final del Clausura 2008 frente a los albos, pero ya Audax Italiano había firmado con él antes. Ahora, el “Quili” (apodado así porque viene de Quilicura”) aparece como una muy buena solución para afirmar la retaguardia, donde se deberían sumar un Andrés Scotti con mejor estado físico (y no el lento capitán que se vio el primer semestre) y el darle una oportunidad a Sebastián Toro, que si recupera la cabeza tras la subida desmedida del ego debería ser titular indiscutido.

Con buen cabezazo, fútbol y una llegada al elenco enlutado donde se ha declarado colocolino de niño, Vilches es sin dudas un aporte que se necesita.

Pero seguimos esperando. Un equipo debe armarse con tiempo para que rinda. Se fue Miralles, ¿se ha contratado un delantero de calidad confirmado más allá de los rumores? (y donde deberían llegar al menos dos delanteros importantes, antes cualquier lesión de Paredes). Es decir, con Roberto Gutiérrez (si se confirma oficialmente) no basta. Se habla que se va Juan Castillo, ¿Prieto quedará con Olivares de suplente? Se ha hablado de Rieloff o de Matías Campos Toro, pero hasta que el último no firme la banda izquierda seguirá siendo un punto muy débil (donde Patricio Jerez no puede ser el único jugador en un puesto sensible). Se ha dejado a “Mingo” Salcedo, ¿se le dará una oportunidad en su verdadero puesto o seguirá siendo sacrificado a llenar vacíos? (los mejores partidos del Colo Colo de Gallego, fueron cuando el paraguayo jugó efectivamente de volante de contención).

Uno quiere creer que será poco pero bueno. Pero para que Colo Colo sea lo que queremos que sea, también debe hacerse las cosas con tiempo. Y mientras tanto, seguimos en lo mismo: esperar…