¿Cuál es la importancia del cuerpo en el crecimiento personal?

El cuerpo es nuestro vehículo, y si no lo desarrollamos a la par, se nos estanca el resto del crecimiento.

La semana pasada asistí a un seminario donde por la tarde todo el grupo de más de 100 personas nos separaríamos en talleres. Cada uno debería elegir a cuál de ellos entrar, y como no conocía a ninguno de los expositores y facilitadores, decidí ingresar al que dictaban un par de personas que estaban casualmente delante de mí en la fila del registro.

Lo único que esperaba era que ojalá no tuviese nada que ver con el cuerpo, porque ha sido la parte de mí que más me ha costado trabajar últimamente, pero claro, la ironía es que aunque el nombre del taller no lo incluía, justamente se trataba de aprender a trabajar con el cuerpo.

Crecimiento personal

Foto: Alejandro Carballal

El ejercicio es un aporte al cuerpo y al espíritu.

Así es que simplemente lo enfrenté, a pesar de la lenta recuperación que he tenido en un hombro desgarrado me entregué al trabajo, porque tal como lo dije en los cuatros aspectos del ser para una vida en equilibrio, el cuerpo es nuestro vehículo, y si no lo desarrollamos a la par, se nos estanca el resto del crecimiento.

Y justamente es parte de lo que he estado sintiendo estos últimos días. El cuerpo no me ha estado acompañando, o como se dice también: “No me da el cuero”.

De pronto la creatividad se me estancó, las ideas dejaron de fluir, se me hizo más difícil pensar, y el sentir el impulso espiritual para actuar se me estaba complicando.

Entonces salió la voz salvadora de un amigo que recuerda que debemos también conectarnos a la tierra, que somos físicos y que si no estamos también anclados en nuestro cuerpo entonces todo el resto se nos hace más difícil.

Durante una conferencia grabada el filósofo contemporáneo Ken Wilber dice haber hecho un experimento entre un grupo de estudiantes universitarios. A la mitad del curso les pidió que meditaran, y a la otra mitad que meditaran e hicieran pesas. El resultado fue que quienes estaban en el último grupo mencionado comenzaron a ser capaces en demorarse menos en hacer ejercicios de matemáticas que el grupo que sólo meditaba.

Pero más allá de eso para mí es más importante el probar este tipo de ideas en mí y ver cómo funciona, y la verdad es que puedo sentir como luego de salir a anclarme en la tierra, caminar y hacer un poco de ejercicio la mente se destraba y las emociones se descongelan.

Mi solución fue primero poner los pies pelados en el pasto unos momentos, sentir que fluye la energía de lo verde hacia mí; y luego a correr!

Los invito a probarlo, sobre todo ahora que viene el verano y casi todos quieren ponerse en forma.

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