• Humberto Almonacid, ex guía de Crecimiento Personal
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No sé si coincidas conmigo, pero he observado que en los últimos años, se ha estado forjando una verdadera crisis de felicidad en el mundo. Solo basta con darse una vuelta por la calle, el metro o el transporte público y te encontrarás personas tristes, robotizadas, apagadas, algunos con la mirada perdida, sumidos en las pantallas de sus teléfonos como tratando de escapar de alguna forma de todos sus problemas, siendo sumamente difícil encontrar una sonrisa en medio de tanta melancolía.

Por otro lado, basta que te sientes a ver la televisión por la tarde, después de una agotadora jornada de trabajo y empezarás a ser bombardeado con noticias de asaltos, guerras, discusiones y un sinfín de situaciones negativas y tristes que nos hacen casi perder la esperanza por el mundo en que vivimos.

Me atrevo a decir, que a pesar de estar en la mayoría de las conversaciones, los programas de televisión, conferencias y libros, nunca habíamos estado tan necesitados de felicidad y en cierta medida, hemos otorgado poder a otros para decidir si podemos ser felices o no.

En los últimos años han proliferado una gran cantidad de pseudo-gurús que se atribuyen la capacidad de determinar qué es bueno y qué no en la búsqueda de la felicidad, sin entender que en realidad esto es algo muy personal y dependerá mucho más de factores internos que de externos. Es aquí donde entras tú, nadie puede decirte qué es lo que te hace feliz, esas respuestas las podrás encontrar solo en tu interior.

Puede que ahora tengas la sensación de que has fracasado en tu relación, en tu carrera, en tu trabajo o en tu vida en general, pero lo único que puedo decirte, es que nuestra realidad la construimos con cada decisión que tomamos y siempre estará en nuestras manos alcanzar la tan anhelada felicidad.

Sé que no es sencillo, lo sé por experiencia propia, por eso no te quiero presionar ni nada, solo quiero que te des cuenta que tienes más poder del que te han hecho creer hasta ahora. Tienes la capacidad de cambiar tu vida si así lo quisieras.

El secreto de la felicidad

Para hoy quiero competir esta pequeña historia que me gustaría que la leyeras con mucha atención y con el compromiso de que después saques tus propias conclusiones, espero la disfrutes y seas capaz de encontrar algunas pistas para tu búsqueda:

“Al principio de los tiempos, los dioses se reunieron para crear al hombre y a la mujer. Lo hicieron a su imagen y semejanza, pero uno de ellos dijo:

-Un momento, si vamos a crearlos a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro y una fuerza e inteligencia igual a la nuestra. Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de lo contrario estaremos creando nuevas dioses.

Después de mucho pensar, uno de ellos dijo:

– Ya sé, vamos a quitarles la felicidad.

– Pero… ¿dónde vamos a esconderla?, respondió otro.

– Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo.

– No creo que sea una buena idea, con su fuerza acabarán por encontrarla.

– Entonces… podemos esconderla en el fondo del océano.

– No, recuerda que les daremos inteligencia, con la cual, tarde o temprano construirán una máquina que pueda descender a las profundidades del océano.

– ¿Por qué no la escondemos en otro planeta que no sea la tierra?

– Tampoco creo que sea buena idea, porque llegará un día que desarrollarán una tecnología que les permita viajar a otros planetas. Entonces conseguirán la felicidad y serán iguales a nosotros.

Uno de los dioses, que había permanecido en silencio todo el tiempo y había escuchado con interés las ideas propuestas por los demás dijo:

– Creo saber el lugar perfecto para esconder la felicidad, donde nunca la encuentren.

Todos le miraron asombrados y le preguntaron:

– ¿Dónde?

– La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin darse cuenta que la lleva consigo”

¿Qué te ha parecido este cuento?

Bueno, en mi caso la primera vez que lo leí no paso nada, pero pensando después con mayor detenimiento me di cuenta que tenía mucho de cierto. La felicidad parte en nosotros, en nuestro interior, en nuestros pensamientos, en los sueños que perseguimos, en lo que creemos, en lo que hacemos cada día para contribuir a que el mundo sea un lugar mejor y volver a nuestra esencia.