Una de las escritoras de novelas de misterio más famosas de toda la historia se transformó a sí misma en una de las grandes interrogantes del mundo, luego de desaparecer abruptamente un 3 de diciembre de 1926 durante once días.

Según reporta National Geographic, todo comenzó a las 21:45, cuando Agatha Christie se subió a su vehículo solamente con una maleta, una foto de su hija, el carné de conducir y una importante suma de dinero en efectivo. Al día siguiente encontrarían al automóvil en un pozo de tira con sus luces encendidas. Dentro de él seguían la maleta y un abrigo de piel.

El misterio de la desaparición de Agatha Christie causó revuelo a nivel mundial e incluso existieron unos 15.000 ciudadanos que ejercieron como detectives voluntarios para aportar en la búsqueda.

Si bien hubo numerosas teorías en torno a la desaparición de la escritora, que iban desde un engaño publicitario hasta un posible asesinato, tuvieron que pasar once días para que Agatha Christie fuera encontrada aproximadamente a 220 kilómetros, específicamente en el Swan Hydropathic Hotel de Harrogate, Yorkshire, donde se había registrado bajo un seudónimo, sin embargo, cuando la encontraron, resultó que sufría de amnesia.

Según consigna National Geographic, ella misma había visto numerosos titulares respecto de su desaparición e incluso cuando su marido fue a buscarla, ella estaba consciente de que se trataba de un familiar, pero no podía identificarlo con claridad.

Pese a que Agatha Christie fue encontrada, seguían surgiendo múltiples teorías en torno al origen de su huida, y la popularidad de la escritora no hacía más que crecer descontroladamente.

Así lo explica National Geographic al expresar que tras este suceso, Christie dejó de percibir ingresos residuales de pequeñas editoriales y concretó un gigantesco contrato por seis libros en 1930, y de hecho llegó a convertirse en la tercera autora más vendida del planeta, solo por detrás de William Shakespeare y la Biblia.

Definitivamente, Agatha Christie creó el mayor misterio de su carrera no a través de su pluma, sino por medio de su propia vida y una desaparición que, a día de hoy, sigue siendo un caso sin resolver.