Este curioso fenómeno ocurrido entre 3.000 y 2.500 años en el pasado, ha permitido obtener más información respecto de la antigua Mesopotamia.

Según explica el medio Ancient Origins, los análisis de estos antiguos ladrillos que se situaban en lo que hoy conocemos como Irak, dan indicios de un alza exponencial en el campo magnético del planeta ocurrido hace unos tres milenios.

El mencionado descubrimiento fue posible gracias a un proceso científico que emplea un proceso de calefacción y refrigeración para posteriormente realizar comparaciones entre el campo magnético original de los ladrillos con respecto a uno generado en el laboratorio, tal como señala el estudio divulgado en The Proceedings of the Natural Academy of Sciences.

Ancient Origins revela que el profesor Mark Altaweel del University College de Londres se encuentra investigando la fuerza excepcional del campo magnético en Oriente Medio de hace tres milenios, aproximadamente, que es llamada “anomalía geomagnética de la Edad de Hierro Levantina”, descubierta en 2009.

Estos experimentos exhibieron que los mencionados ladrillos se cocieron en un lapso donde el campo magnético de nuestro planeta era más de 1,5 veces más intenso que en la actualidad.

El campo geomagnético es uno de los fenómenos más enigmáticos de las ciencias de la Tierra. Los restos arqueológicos bien fechados de las ricas culturas mesopotámicas, especialmente ladrillos con nombres de reyes específicos inscritos, brindan una oportunidad sin precedentes para estudiar los cambios en la intensidad del campo en el tiempo.