• Andrea Cova Moore, equipo de Facts
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No solo son los homicidios y delitos de alta connotación social que impactan en Chile. El rápido avance del crimen organizado ha cambiado la realidad delictual del país y hechos que antes no ocurrían, ahora están a la orden del día. Olas de homicidios, niños y adolescentes como víctimas fatales, balaceras constantes y una larga lista que altera tanto a la ciudadanía como a las autoridades, quienes aún no consiguen las medidas adecuadas para frenar los indicadores de violencia. A este escenario ya complejo, se le suma el peligroso avance del consumo de la droga ketamina.

De acuerdo con los datos de la Policía de Investigaciones (PDI), la incautación de ketamina en el país para el 2020 fue de 135 kilos, una cifra que, si bien es alta e indica el crecimiento del crimen organizado, para los primeros ocho meses de este año, pasó a 403 kilos, lo que duplica la incautación de todo el 2020.

Según los datos de la PDI, las regiones con mayor porcentaje de incautaciones son:

- Arica y Parinacota (51%)
- Valparaíso (22%)
- Tarapacá (14%)
- Región Metropolitana (9 %)

Y al mismo tiempo que aumentan las incautaciones, ha crecido el número de consumidores intoxicados por la sustancia. Tal como consignó El Mercurio, Juan Carlos Ríos, director ejecutivo del Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (Cituc), explica que se ha detectado un aumento importante del consumo de esta droga, ya sea mezclada con otro tipo de sustancias o sola. El experto detalló al diario que si en el 2019, se registraban 10 casos de intoxicados, en 2023 fueron 200 y, hasta agosto de este año, la cifra alcanza 177.

Un avance inminente

La ketamina es un fármaco anestésico utilizado en la elaboración de la droga conocida como “tusi” o cocaína rosada, y de acuerdo con los datos de las policías, tanto el consumo como la cantidad de incautaciones han aumentado en el último tiempo en Chile, lo que no solo demuestra las debilidades del sistema, sino también el rápido avance del crimen organizado.

José de la Cruz Garrido, docente investigador de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, comenta que el auge de la ketamina “probablemente” se explique por el consumo entre los jóvenes de “tusi”. “El fentanilo, en bajas dosis, usualmente sabemos que es robada de hospitales o clínicas, pero su consumo es comparativamente mucho menor que la ketamina. Sin embargo, también sirve de insumo para “cócteles” de drogas. En grandes dosis, en la frontera norte (Arica) se han hecho los mayores decomisos de Ketamina. Ello podría hacer suponer que, efectivamente, las rutas que domina el tráfico de personas y, por ende, el crimen organizado está detrás de su tráfico”.

Por lo menos en abril de este año realizaron la mayor incautación de ketamina, según las autoridades, los estupefacientes decomisados equivalen a casi 250 mil dosis y su valor comercial asciende a casi $1.200 millones.

Por su parte, Eduardo Labarca, prefecto (R) de la PDI, señala que la ketamina es utilizada para la elaboración de la cocaína rosada y en Chile el consumo de esta droga ha aumentado considerablemente, incluso, menciona que distintos cantantes urbanos hacen referencia de esta droga en sus canciones y han modificado sus autos al color de la misma, lo que, dentro de otros factores, puede incidir en el alza.

El docente de la Universidad del Desarrollo coincide con Labarca y agrega que “el auge se explicaría por el consumo de “tusi” entre jóvenes”, y los grupos criminales observan estas debilidades.

Por otro lado, Labarca señala que “el crimen organizado lo que hace es ver un modelo de negocio y observa que en Chile está creciendo este tipo de consumo”, lo cual aprovechan para instalarse. De acuerdo con Labarca, las rutas de ingreso son las mismas que para las otras drogas que se distribuyen en el país. “Los grupos criminales no varían mucho, toman la misma forma y tratan de evadir a Aduanas”. Además, menciona que Chile tiene una gran frontera y, aunque las incautaciones también pueden ser por vía marítima, se dan generalmente en el norte del país.

Por último, de la Cruz Garrido comenta que el mayor decomiso indica que se han tomado medidas al menos a nivel territorial de frontera adecuadas. Sin embargo, señala que el desafío es sistémico, “y al parecer el ingreso de migrantes no se detiene y el aumento de conflicto entre bandas va en aumento. Será necesario integrar mayores niveles de inteligencia militar y llevar esto a un tipo de tribunal especial que no esté expuesto a amenazas, prebendas y extorsiones; y escalar el problema a un conflicto internacional, si los países vecinos no son un aporte”.