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Aumento en el número de fallecidos en accidentes de tránsito: ¿Cómo son las conductas viales en Chile?

La subestimación de los riesgos y la falta de entendimiento de la seguridad vial son algunas de las causas.

De acuerdo con los datos de Conaset, en 2022 se registraron 86.050 siniestros de tránsito en el país, de los cuales, 23.970 (27%) ocurrieron en la Región Metropolitana. Dentro de las cifras más preocupantes, se incrementó en 9,1% la cantidad de fallecidos en la región vinculados a esta causa, en relación al 2021. A nivel país, se registró un total de 1.745 decesos por este tipo de accidentes.

Las regiones que concentraron la mayor cantidad de muertes en siniestros viales durante el año pasado, fueron: la Región Metropolitana (382 personas), Maule (168), Valparaíso (165), Biobío (156), O’Higgins (147) y Araucanía (144).

Según los registros de Conaset:

• Las estadísticas desde 1990 al 2022, indican que el año 1990 la tasa de fallecidos (cada 10.000 vehículos) era de un 14,8, con 1.587 personas fallecidas por accidentes viales.
• El año 2022 la tasa de fallecidos cada 10.000 vehículos es de un 2,8, lo que representa un total de 1.745 fallecidos por accidentes viales.
• El promedio de fallecimientos en los últimos 33 años es de 1.667 personas por año.

“Lo lamentable de todo esto, es que no se ha avanzado nada en los últimos 10 años en materia de seguridad vial. Seguimos estancados en las mismas cifras, con lo mismos cinco fallecidos diarios y ya, a esta altura, los siniestros de tránsito se transformaron en un problema de salud pública para el país. La seguridad vial nunca ha sido una política de Estado y jamás se le ha asignado presupuestos significativos en este ítem, pese a que los costos que generan anualmente los siniestros viales representan cerca del 3% del PIB de la nación”, asevera Alberto Escobar, gerente de Movilidad del Automóvil Club de Chile y especialista en seguridad vial de la institución.

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El especialista señala que el desarrollo de la cultura vial de una nación requiere, al menos, de tres componentes: mejores leyes, mayor fiscalización y control en calles y carreteras, y mejor educación vial. Si bien se ha intentado avanzar en estas materias, Escobar destaca que Chile aún está muy lejos de tener los resultados que arrojan los países desarrollados, ocupando, incluso, los últimos lugares en materia de seguridad vial respecto de los países OCDE.

Factores de este aumento en los decesos y las conductas viales en Chile

Francisco Frésard, investigador en seguridad vial de Ingeniería UC, explica que, ante las causas que explican este fenómeno, se deben considerar análisis y estudios locales, distinguiendo según diferentes variables, como zonas urbanas o rurales, regiones, vías, zona lateral de las vías, vehículos, y el comportamiento de los usuarios (conductores y peatones).

En esa línea, el académico destaca que los factores específicos dominantes en accidentes severos en Chile son:

• La velocidad (energía cinética).
• La baja calidad del sistema vial, especialmente, de intersecciones y de la zona lateral.
• La inatención (principalmente, por aparatos inteligentes a bordo).
• La ausencia de fiscalización efectiva.
• La precaria seguridad vial de los vehículos, la incompatibilidad entre los diferentes modos de transporte y la ausencia de facilidades explícitas para usuarios vulnerables.

“La cantidad de fallecidos se explica por variables que pasan por las conductas adecuadas de conducción, que lamentablemente muchas personas pasan por alto y son sin lugar a dudas, la principal causa de muertes en accidentes viales, ya que una gran mayoría de ellos (sino la totalidad) se pueden evitar con una conducción a la defensiva, respetando al resto y cuidando nuestra seguridad”, asegura Orlando Villalobos, experto automotriz en seguridad vial y Gerente Comercial de Gama Leasing -empresa que ofrece servicios de movilidad a sus clientes, por medio del arriendo de flotas de vehículos a lo largo del país-.

Felipe Ortúzar, jefe de expansión de Lolocar (plataforma de arriendo compartido de vehículos), enfatiza que tanto la conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia de drogas como la falta de uso del cinturón de seguridad, han sido factores significativos en muchos accidentes fatales ocurridos en Chile.

Según Alberto Escobar, los automovilistas en Chile están convencidos de que manejan bien y tienden a conducir rápido, tomando riesgos. De acuerdo con el experto, estos continuamente desafían las normas del tránsito y muestran un perfil extremadamente agresivo, poco solidario y desafiante cuando tienen que trasladarse por zonas urbanas o carreteras. Y sostiene que el chileno debe ser uno de los conductores más violentos de la región y el que más minimiza los riesgos cuando está arriba de un vehículo. “Ésa debe ser una de las explicaciones de por qué en Chile fallecen, en promedio, cinco personas al día por causa de la siniestralidad vial”, comenta.

El gerente de Movilidad del Automóvil Club de Chile y especialista en seguridad vial de la institución menciona que, detrás del volante, los chilenos suelen olvidar elementales normas de cortesía y asumen que el vehículo “es una armadura con la que se puede agredir en las calles, sin importar las consecuencias”. Y asegura que en Chile hay una falta de entendimiento del idioma del sistema vial.

Escobar comenta que, lo más lamentable dentro de este escenario, es que este tipo de conductas que ya son habituales entre los automovilistas, se han ido extendiendo en los demás usuarios de las vías, lo que ha provocado un sistema vial cada vez más estresado, agresivo e irritable.

Medidas a implementar y proyecciones

Francisco Frésard destaca que es esencial estudiar los factores que derivan en accidentes a lo largo del país, junto con incorporar y concientizar esta situación (por las personas y por el Estado) como un tema de preocupación nacional.

Del mismo modo, el investigador sostiene que se debiera incorporar la seguridad como parte de las iniciativas de transporte “sustentable”, y asegura que los países exitosos en seguridad vial han tardado varias décadas con grandes inversiones en revertir los malos resultados, por lo que enfatiza en que no es suficiente con escribir leyes y reglamentos.

Alberto Escobar señala que próximamente se implementarán los radares electrónicos, y afirma que el uso de esta tecnología ha demostrado internacionalmente ser la medida más efectiva de fiscalización y el mejor sistema para contribuir a la disminución de los siniestros viales, especialmente los fatales.

La instalación de estos dispositivos en su primer año de operación debería generar al menos un 30% de reducción de muertes por siniestros viales en Chile, lo que implicaría salvar aproximadamente 600 vidas y, posteriormente, un 10% de manera anual. A esto habría que agregar el impacto en la reducción de heridos graves y lesionados, que podrían disminuir hasta en un 50%”, asegura.

El especialista en seguridad vial menciona como otra medida, avanzar en la implementación de la licencia de conducir con puntos, en donde se ha comprobado internacionalmente su impacto en modificar comportamientos en los conductores y la consiguiente reducción de víctimas mortales, inmediatamente después de su puesta en marcha.

“Desde hace más de 30 años que tenemos un estable registro de más de 2.100 fallecidos al año (corregido a 30 días), entonces, si no conocemos los factores de riesgo locales, no veo sentido en seguir escribiendo leyes o proponiendo estrategias, mientras dos mil familias al año quedan destruidas, y otras ocho mil cargan con personas que perdieron su salud anterior”, añade Francisco Frésard.

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