• Katherine Correa, equipo de Facts
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Según la información entregada por el Centro de Estudios del Mineduc, 50.529 estudiantes abandonaron el sistema escolar entre los años 2021 y 2022. En contraste con el 2019, la cifra creció un 24%.

El Presidente Gabriel Boric se refirió a este dato en su gira a México, explicando que “tenemos que aprender de las experiencias que están llevando adelante en México, porque en Chile la pandemia nos pegó muy fuerte y quienes más afectados van a estar por ello son los niños niñas”.

A su vez, aseguró que como Gobierno se tendrá un gran compromiso con la recuperación educativa, lo que pasa a ser un desafío para el país por el número que va en aumento. Por el lado de la UDI se estableció que, si esto no se arreglaba, podría presentar una acusación constitucional por el “abandono” del Estado respecto a los menores.

El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, explicó los factores que han incidido en este problema:

“La deserción afecta al sistema educativo desde hace mucho tiempo y es más grave en sectores socioeconómicos bajos. Gracias a sucesivos esfuerzos, esta ha ido a la baja consistentemente desde hace décadas”, asegura.

• Si bien hay muchos factores, según el experto la causa principal, es lo que se ha llamado la “desvinculación”, pues para muchos jóvenes el sistema escolar se percibe como incapaz de ofrecer una alternativa viable, valorable y creíble de progreso personal, además de económico, por lo que empiezan a ver fuera de la escuela supuestas oportunidades que les hacen más sentido en el momento.

“Esta desvinculación se manifiesta primero en un aumento del ausentismo. La pandemia obviamente aceleró la desvinculación al forzar una separación entre la comunidad y los estudiantes”, comenta Rodríguez.

Por su parte, para Andrea Pardo, directora de la carrera de Pedagogía Básica de la Universidad de Los Andes, el gran problema de esto es que la brecha educacional se amplía cada vez más por los sectores perjudicados, que siempre suelen ser los más vulnerables al respecto.

Consecuencias

“La escuela es un espacio social”, explica Pardo, lo cual pasa a ser un aporte para los niños, por el acompañamiento que también hacen los profesores, en donde muchos niños y niñas desarrollan necesidades fundamentales como el poder alimentarse dentro del establecimiento, situaciones que si no reciben sería como quitarles un “derecho que les compete”.

“¿Cómo van a crecer esos jóvenes, niños y niñas a futuro? ¿Cómo será la autoestima o capacidad de autorregulación de las personas? (…) lo más probable es que serán futuras personas que no tendrán autorregulación”, comenta Pardo, porque se les quita este espacio seguro a los menores cuando enfrentan la deserción.

Por otro lado, para Rodríguez, las consecuencias serían:

• Menos educación implica en general tener menores salarios y menores oportunidades a futuro.
• Los jóvenes que salen tempranamente del sistema educativo aumentan su vulnerabilidad y bajan fuertemente sus perspectivas futuras.
• Esto abre más espacio a problemas sociales como, por ejemplo, la informalidad laboral, las lagunas previsionales, entre muchos otros.

Medidas a tomar

Para Rodríguez “se requiere priorizar este tema de forma explícita, no solo palabras o medidas administrativas muy menores, como lo que se ha propuesto hasta el momento”, dice.

“Una idea que creo que puede generar respaldo es una subvención de emergencia, especialmente focalizada en incentivar la reincorporación de estudiantes recientemente desvinculados y proteger a los que estén en riesgo”, sugiere el experto.

Es decir, que el sostenedor, en particular, debe hacerse responsable. “Es necesario salir a buscar a esos niños, quizás uno a uno. Por otra parte, preocuparse del daño ya hecho -los que ya han desertado- y así disminuir el impacto futuro: es fundamental que la subvención de reingreso sea ley”, establece Rodríguez.

Como cifras entregadas al respecto por el Mineduc, se estableció que también la deserción está en aumento con el pasar de los años en aspectos generales:

• 227.000 estudiantes de entre 5 y 24 años desertaron del sistema escolar entre 2004 y 2021.
• La asistencia promedio a nivel nacional entre marzo y septiembre del 2022 fue del 83%.
• Un 39% de los matriculados en la actualidad, -1.239.330 alumnos-, presenta una inasistencia grave.

“Tenemos una urgencia como país, que es traer de vuelta a todos los estudiantes que por distintas circunstancias están fuera del sistema o con bajos niveles de asistencia (…) implementaremos para esto un plan que nos permita revertir esta situación, y lograr cerrar las brechas de aprendizaje que se ampliaron durante la pandemia”, concluyó e informó el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.