La piroquinesis es la supuesta capacidad psíquica que permite a una persona crear y controlar el fuego con la mente. Y aunque no existe evidencia concluyente de que sea un fenómeno real, se han registrados algunos casos aislados de personas que habrían tenido la habilidad de crear y controlar el fuego utilizando medios paranormales.

Uno de los casos más conocidos de piroquinesis fue el de Benedetto Supino, un adolescente nacido el 5 de septiembre de 1973 en Formia, Italia. Se cuenta que en 1982, cuando tenía 10 años de edad y se encontraba en el consultorio de un dentista, mientras esperaba que lo atendieran y leía un libro de historietas, descubrió algo extraordinario sobre sí mismo: podía incendiar las cosas con sólo posar su vista sobre ellas, pues de repente el libro que estaba leyendo estalló allí mismo en llamas, cosa que se repetiría más tarde con un pequeño objeto de plástico que uno de sus tíos sostenía en sus manos.

Benedetto Supino.

Con el paso de los días, el fenómeno volvería a manifestarse con mayor intensidad. A casi todos los lugares a los que el menor iba, los papeles, libros y otros objetos comenzaban a arder misteriosamente. Algunos testigos afirmarían posteriormente que las manos de Benedetto en esos momentos brillaban con un extraño fulgor.

El problema es que Benedetto supuestamente una mañana se despertó por un incendio en su propia cama: su pijama estaba en llamas y sufrió algunas quemaduras. A partir de entonces, su poder para crear fuego se transformaría en una especie de maldición. A donde quiera que fuera, las cajas de fusibles se habrían encendido, los dispositivos electrónicos dejaban de funcionar, los periódicos y muebles estallaban en llamas y “pequeños objetos” inespecíficos ardían sin razón aparente.

Los padres del menor, evidentemente preocupados, lo enviaron a médicos y físicos que lo examinaron a fondo, pero nadie pudo llegar a ninguna conclusión lógica.

El Dr. Sandro Bartolomeo, conocido neuropsiquiatra de Formia, consultado por el caso, en un principio se mostró inclinado a creer que todo era producto de la superstición local o del fanatismo religioso, pero después de estudiar a fondo las supuestas habilidades piroquinéticas del muchacho, pudo comprobar que el joven Benedetto era, en efecto, “un caso real, rarísimo e insólito”.

El caso del joven Benedetto llamaría también la atención de la Iglesia Católica italiana, la cual tampoco pudo ayudarlo. Se cuenta que el muchacho, harto de incendiar involuntariamente todas las cosas a su alrededor, se recriminaba a sí mismo por su extraña habilidad paranormal, diciendo: “No quiero que las cosas se incendien, pero ¿Qué puedo hacer?”.

Finalmente, gracias a la ayuda de un parapsicólogo italiano, el Dr. Demetrio Croce, Benedetto finalmente aprendería a controlar sus habilidades piroquinéticas, por lo que los episodios genésicos de fuego se reducirían al mínimo.

Aunque la extraña historia de Benedetto Supino apareció en varios titulares sensacionalistas en los periódicos italianos durante la década de los 80′, hoy se desconoce su paradero y su ocupación. Por lo pronto, su extraordinario caso inspiró varios libros y artículos como “Human Torch” (“La Antorcha Humana”), “The Fire Boy” (“El Muchacho de Fuego”), “Benito Supino”, “Benedicto Supino” y “Human Flame Thrower” (“El Lanzallamas Humano”).