Lee Strobel, un famoso ex periodista y filósofo ateo convertido en uno de los apologistas cristianos más conocidos de Estados Unidos, hace unos años estuvo a un paso de la muerte. “Mi esposa me encontró inconsciente. Fui llevado en ambulancia al hospital. Abrí mis ojos en una sala de emergencias y el doctor me dijo que estaba a un paso del coma y a dos pasos de la muerte. Y caí inconsciente una vez más. Tenía una condición llamada hiponatremia, que es una caída del nivel de sodio en la sangre. Por un tiempo estuve entre la vida y la muerte, pero esa experiencia fue muy estremecedora y fue un llamado a despertar para mí”, relató el autor, cuya experiencia lo animó a escribir el libro “En Defensa del Cielo”, donde Strobel enumera varias pruebas para demostrar que los relatos de lo que dice la Biblia sobre la vida después de la muerte son exactos.

Según Strobel, para escribir su libro conoció casos muy impactantes y convincentes de personas que, según la ciencia médica, habían estado clínicamente muertas, aunque ellas aseguraban que ese momento eran muy conscientes de todos los eventos que sucedían a su alrededor.

“Estas personas estaban clínicamente muertas, pero su conciencia, su mente, su espíritu y su alma continuaron existiendo y viendo y experimentando cosas que serían imposibles si, de hecho, no las estuvieran experimentando físicamente”, dijo el autor.

En su libro, Strobel detalló numerosas historias individuales convincentes que respaldaban la realidad de estas experiencias cercanas a la muerte, como el caso de una mujer llamada María que, a pesar de ser declarada clínicamente muerta durante varios minutos tras sufrir un fulminante ataque al corazón, de alguna manera estaba “consciente todo el tiempo”.

María le relató a Strobel que “mi espíritu se separó de mi cuerpo. Desde el techo de mi habitación del hospital pude observar mi propio cuerpo tirado en la camilla, mientras los médicos me hacían las labores de reanimación. Mi espíritu luego flotó por los pisos del hospital y después salí del hospital”.

Strobel relató que María, mientras flotaba por el hospital y sentía una indescriptible sensación de paz, informó haber visto un par de zapatillas azules de hombre en la repisa del tercer piso del techo del hospital. Cuando el personal médico logró por fin reanimarla y ella volvió a la vida, María dio una larga descripción de este calzado.

“La gente del hospital, después de escuchar lo que decía, subió [al techo] y encontraron este par de zapatillas, exactamente como ella había dicho”, dijo Strobel.

El periodista también comentó que fue muy impactante su estudio sobre personas ciegas que también habían tenido experiencias cercanas a la muerte. En vida carecían totalmente de visión o a lo más sólo podían ver sombras, pero igualmente afirmaron que luego de estar clínicamente muertas, salieron de sus cuerpos y vieron con toda claridad la habitación del hospital donde se encontraban, describiendo detalladamente su respectivo mobiliario y equipamiento médico, el color de las paredes y las personas que allí se encontraban, su aspecto físico y la forma y color de sus ropas.

Estas personas ciegas también aseguraron que vieron claramente los procedimientos de reanimación de los médicos e, incluso, a seres queridos que ya habían fallecido. Sin embargo, todos ellos relataron que, una vez que habían sido vueltas a la vida por los médicos y se encontraban de vuelta en sus cuerpos, habían vuelto a perder la visión.

“En todos los casos, también hay algo más que vale la pena señalar: no todas las experiencias cercanas a la muerte son agradables, pues algunas personas, que habían tenido vidas bastantes cuestionables, informan que vieron horrores y visitaron un lugar más parecido al infierno que al cielo”, comentó Strobel.

Lee Strobel concluyó que “como cristiano, creo lo que la Biblia enseña sobre el cielo, pero tengo esta vena escéptica debido a mi formación en periodismo y leyes. Pero después de investigar estos casos y tan solo ver la evidencia que refuerza la enseñanza bíblica sobre el cielo, creo que me ha dado más confianza sobre lo que sucederá cuando dejemos este mundo. Creo que la evidencia de las experiencias cercanas a la muerte es poderosa y persuasiva. Que, de hecho, después de nuestra muerte clínica, nuestra conciencia, nuestro espíritu, nuestra alma continúa viviendo. Y eso es una confirmación de lo que la Biblia enseña, de lo que el mismo Jesús nos dice acerca del Más Allá”.