Entrevistado en el programa de la televisión argentina “Podemos Hablar”, el actor chileno Benjamín Vicuña desclasificó diversas anécdotas de su carrera y vida personal, rememorando una aterradora experiencia paranormal que vivió hace unos años en Chile, cuando vivía con su primera mujer, la modelo trasandina Carolina ‘Pampita’ Ardohain, y su hija Blanca (fallecida en el año 2012).

“Todo comenzó cuando me convertí en padre. Estando en mi casa, empecé a notar que sucedían cosas muy extrañas, como que las llaves de agua se abrían solas, algunos objetos se movían por sí mismos y mis perros comenzaban a ladrar desesperados en una dirección donde, aparentemente, no había nada. Yo soy muy escéptico, en general, por decisión propia, aunque me dan mucho miedo las cosas que no entiendo o no conozco”, relató Vicuña.

El actor agregó que “a medida que pasaba el tiempo se puso cada vez más pesada la cosa. Siguieron pasando cosas raras, e incluso comencé a recibir llamados telefónicos desde el número de mi casa, cuando yo sabía fehacientemente que nadie estaba allí. Incluso me dejaban mensajes en mi grabadora que eran enviados desde la misma casa. Hubo un par de episodios paranormales más feos y ocurrían en cualquier momento del día. Todo eso, obviamente, comenzó a afectarnos como familia; empiezas a dormir mal, te va mal en el trabajo y empiezan los problemas con tu pareja”.

Vicuña añadió que “yo era el hombre de la familia. Y dije: ‘basta, aquí están mi hija y mi mujer…’. Pero yo no quería ese rol. Era muy cagón y eso me superaba, me daba pánico. Además, era un quilombo cambiarse de casa, pero todos estábamos con mucho miedo. Intenté bajarle el perfil a la situación para calmar y resguardar a mi familia, pero debo confesar que la situación me tenía realmente mal”.

El actor relató que en medio de los inexplicables episodios que ocurrían en su hogar asistió a una rifa benéfica, donde conoció casualmente a un sacerdote que tenía experiencia en exorcismos, quien se allanó a ir a la casa del actor para investigar estos hechos y bendecir la vivienda, llegado el caso.

Tras terminar el ritual, el religioso le aconsejó finalmente al actor que se mudara de casa, diciéndole: “hay presencias espirituales buenas y malas, y tú tuviste la mala suerte que en tu casa ahora hay una mala”.

Vicuña, quien por entonces ya no soportaba la situación, decidió seguir de inmediato la recomendación del sacerdote. “A la semana dejé la casa. Todos queríamos salir de allí cagando, porque la situación realmente no daba para más”, concluyó.