Ed Warren (1926-2006) y su esposa Lorraine Warren (1927-2019) fueron la pareja de investigadores paranormales más famosa de la historia. Utilizando sus conocimientos y dones –Ed era demonólogo, mientras que Lorraine era médium y clarividente- el matrimonio Warren formaría en 1952 su propia sociedad, la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (NESPR), donde investigaron más de 4 mil casos de índole paranormal, algunos de ellos en extremo aterradores, como el caso de Amityville, la maldición sobre la familia Perron (que inspiró la película “El Conjuro”) y el caso Poltergeist de Enfield.

Ed y Lorraine Warren fueron personificados por Patrick Wilson y Vera Farmiga en la saga cinematográfica de la película “El Conjuro”.

Los Warren, por cierto, durante su larga trayectoria investigando casos de índole paranormal, con el paso de los años fueron montando su propio “Museo de lo Oculto”, una colección única en su tipo ubicada en el sótano de la casa donde vivió el matrimonio, en Connecticut, Estados Unidos, que se transformó en su verdadera base de operaciones cuando atendían sus casos.

Hoy, en el Museo de lo Oculto de los Warren, se encuentran algunos de los objetos más inquietantes, aterradores y espeluznantes de todos los tiempos, ominosos artículos y artefactos contaminados con el mal, como la célebre muñeca Annabelle, una muñeca de trapo que supuestamente estaba poseída por el espíritu de una niña llamada Annabelle Higgins, aunque posteriormente los Warren descubrirían que en realidad estaba habitada por un ente demoníaco.

Este Museo, ubicado como ya se mencionó en el sótano de la casa que habitó el matrimonio Warren, permanece actualmente cerrado, tras problemas de zonificación y la muerte de Lorraine Warren el año 2019, aunque se informó extraoficialmente que se encontraba en proceso de traslado a una nueva sede.

Por de pronto, mientras el Museo de lo Oculto de los Warren estuvo abierto al público, estaba estrictamente prohibido visitarlo de noche, pues albergaba objetos y artículos reales embrujados y malditos que, debido precisamente a su naturaleza maléfica, eran considerados extremadamente peligrosos. Sin embargo, tras el éxito mundial de la película “El Conjuro” y sus secuelas, el inmueble se convertiría en una suerte de lugar de peregrinación para los amantes de los hechos paranormales y misteriosos, recibiendo a visitantes de todo el mundo en unos eventos especiales llamados “Warrentology”.

Entre los objetos maléficos o embrujados que se encuentran en el célebre Museo de lo Oculto de los Warren, en Connecticut, sin duda uno de los sitios más aterradores y macabros del planeta, se encuentran los siguientes:

1) El Piano embrujado que toca solo:

Se cuenta que Ed Warren escuchaba tocar solo a este piano, que dejaba de sonar de inmediato cada vez que éste iba a la habitación para ver qué estaba sucediendo. Los Warren supuestamente obtuvieron el piano de un sacerdote después de su muerte. El piano hace una breve aparición en la saga cinematográfica de “The Conjuring” en la película “Annabelle Comes Home”, cuando la niñera entra en la habitación de la casa de los Warren y toca algunas teclas.

2) Muñecos o juguetes perseguidos o poseídos por espíritus:

3) El Traje de Samurái maldito:

También aparece de forma destacada en la película “Annabelle Comes Home”, cuando unos adolescentes están revisando la sala de artefactos encantados de los Warren y dos niñas quedan hipnotizadas por la armadura, y mientras continúan mirándola, comienzan a escuchar gritos distantes de las víctimas del Samurái que vestía la armadura.

3) Ataúdes de Vampiro:

Se trata de ataúdes que supuestamente cobijaron por las noches a vampiros reales, aunque no hay mucha información sobre su origen. De todos modos, a simple vista, constituyen uno de los artefactos más espeluznantes disponibles para ver en el macabro lugar.

4) Fotografías malditas:

No hay historias específicas disponibles detrás de estas fotos, ya que a primera vista no son elementos destacados del Museo. De todos modos, son igualmente espeluznantes y pueden hacer que los visitantes se pregunten si las versiones digitales de estas imágenes también pueden ser maldecidas.

5) Máscaras de demonios:

Estos artículos no parecen tener una tradición conocida a su alrededor y no cuentan con una historia específica adjunta, aunque la sola presencia de ellas sigue siendo aterradora y se ajustan perfectamente a la estética embrujada y maldita de todo el museo.

6) Artículos embrujados de países exóticos:

En el Museo de los Warren también se encuentran diversos artículos malditos provenientes de África y el Caribe, como máscaras de vudú y otros objetos rituales.

7) Un ladrillo de la Rectoría De Borley:

Un objeto de particular importancia es un ladrillo de la Rectoría de Borley, un antiguo edificio que se dice que es uno de los edificios más embrujados del Reino Unido. Aunque es sólo un modesto ladrillo, el hecho de que provenga de un lugar tan maldito es más que suficiente para inquietar a cualquiera.

7) Lápidas y ataúdes para niños:

Aparte de los conocidos artículos malditos y embrujados en el Museo, los Warren también recolectaron algunos objetos que se usaron en rituales satánicos que investigaron y combatieron durante sus carreras como expertos paranormales. Uno de los artefactos más desconcertantes son unas lápidas y ataúdes para niños que supuestamente fueron utilizadas en estos oscuros rituales ocultos.

8) Cráneos humanos reales:

De manera similar a las lápidas, el Museo también contiene varios cráneos humanos que se usaron en rituales ocultos y brujería para comunicarse con los demonios, abriendo supuestamente portales entre el infierno y la Tierra.

9) La Caja de Música de la familia Perron:

Uno de los elementos más espeluznantes de la película “El Conjuro”, la primera cinta de la franquicia, fue la caja de música de la familia Perron, que siempre amenazaba con un susto de muerte cada vez que aparecía en la pantalla.

10) Prendas de ropa embrujadas:

Ciertas prendas de vestuario, como vaporosos y transparentes vestidos de siglos pasados, puestos sobre maniquíes espeluznantes, también forman parte del Museo de lo Oculto de los Warren.

11) Las Perlas de la muerte:

Según relataba el matrimonio Warren, constituyen uno de los artículos más peligrosos en el Museo de lo Oculto, por cuanto se trata de un supuesto collar maldito que estrangula a toda persona que lo usa. Las perlas actualmente descansan en uno de los estantes del lugar.

12) El Espejo conjurador:

Este artículo recibe su nombre del hecho de que supuestamente se usó para convocar o conjurar espíritus. Tony Spera, yerno de los Warren, relataba que esta forma de hechicería se llama “cristalmancia” y permite utilizar los espejos como puertas de entrada para que los muertos regresen al mundo de los vivos.

13) El Mono de juguete embrujado:

Este aparentemente inofensivo juguete también aparece en la película “Annabelle Comes Home”. Se asegura que el mono está poseído por un demonio que disfruta acechando a sus víctimas antes de finalmente asesinarlas.

14) Un ídolo satánico:

Este artefacto de ojos muy abiertos y cuernos protuberantes es una figura desconcertante y delgada que a primera vista luce ridícula, pero también aterradora. Se cuenta que fue encontrado por un joven cazador en los bosques de Sandy Hook, en Connecticut, y los Warren creían que fue usado en rituales satánicos.

5) La Muñeca de sombras:

Este objeto de pesadilla que luce más amenazador que la verdadera muñeca Annabelle, tendría el poder aterrador de entrar en los sueños de alguien y matarlo mientras duerme.

13) La verdadera muñeca Annabelle:

La muñeca embrujada más famosa del mundo es una muñeca de trapo Raggedy Ann que no se ve tan aterradora como la muñeca de la película del mismo nombre, aunque todavía tiene una presencia desconcertante. Es, sin duda, el objeto más famoso del Museo de lo Oculto de los Warren y permanece encerrada dentro de una caja de vidrio, sobre un viejo letrero que dice en inglés: “Warning positively do not open” (“Advertencia positivamente no abrir”).

Según los entendidos, el sólo hecho de que los Warren pensaran que era prudente mantener a la muñeca encerrada en una caja sagrada de cristal, muestra cuánto temían a la supuesta entidad maléfica que habitaba dentro de ella.